El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Paraguay presentó ayer el informe Índice de Desarrollo Humano en el Paraguay 2001–2020, con información desagregada por género y área de residencia, tanto rural como urbana, centrado en siete departamentos del país.
Las conclusiones reflejan, además, que la desigualdad disminuyó de manera constante entre el 2001 y el 2020, y como resultado la pérdida global del Índice de Desarrollo Humano (IDH) debido a que la desigualdad también disminuyó, pasando de 27,9% en el 2001 a 19,4% en el 2020.
El informe abarca Asunción, Central, Alto Paraná, Itapúa, Caaguazú, San Pedro y Caazapá, y se basa en las tres dimensiones del Índice de Desarrollo Humano: el derecho a llevar una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y a disfrutar de un estándar de vida decente, y a su vez, cada dimensión cuenta con indicadores.
“En los últimos veinte años, el IDH de Paraguay creció un 12% al pasar de un desarrollo humano medio en el 2001 a un desarrollo humano alto en el 2020″, expresó Ofelia Valdez, analista de Desarrollo Inclusivo del PNUD Paraguay, durante la presentación del documento.
El informe indica también que el IDH para los residentes de las zonas urbanas creció un 8%, mientras que para los de las zonas rurales creció un 17,5%, sin embargo, la brecha con el Índice de Desarrollo Humano de Paraguay sigue siendo amplia.
A pesar de ello, detalla que la desigualdad hace retroceder el nivel de desarrollo humano del país en más de veinte años, ya que su índice de desarrollo humano ajustado por desigualdad del 2020 (0,597) es sustancialmente menor que su índice de desarrollo humano a principios de siglo (0,661).
“Cuando se tienen en cuenta las desigualdades en salud, educación e ingresos, el desarrollo humano de Paraguay se retrasa más de 20 años y el país cae de un desarrollo humano alto a uno de nivel medio. Esto también se observa a nivel departamental: el IDH ajustado por desigualdad del 2020 de todos los departamentos es inferior a sus valores de IDH del 2001. Por lo tanto, la desigualdad es un tema clave tanto a nivel nacional como subnacional”, señala el informe.
“Desde el PNUD estamos convencidos de que a través de datos e información como la que nos ofrece el documento, es posible comprender mejor el contexto y la manera en que se desarrollan los procesos de desarrollo. Solo al comprender mejor podremos pensar colectivamente en soluciones de política pública más inclusivas y sostenibles”, expresó Silvia Morimoto, representante residente del PNUD en Paraguay.
Desde el PNUD se sostiene que la pobreza tiene múltiples dimensiones, por ello en este informe se analiza el vínculo entre el desarrollo humano y la pobreza multidimensional, y si bien presenta hallazgos que marcan una tendencia positiva, también invita a ser cautelosamente optimistas, ya que lamentablemente las brechas de desigualdad permanecen.