Pobladores de la localidad de Nanawa, departamento de Presidente Hayes, denunciaron la mala calidad del agua que llega a sus viviendas, a tan solo días de haberse habilitada la nueva planta de tratamiento de la zona. Esta situación ya estaría generando problemas de salud a los pobladores locales.

El pasado 5 de diciembre se concretó la inauguración de una planta compacta potabilizadora por parte de la Essap en la zona de Nanawa, obra que–según mencionaron desde la aguatera estatal–debe beneficiar a unos 2.500 usuarios de Nanawa y Beterete Cué.

Si bien la noticia podría ser motivo de júbilo y alegría, no todo es color de rosa, puesto que desde la inauguración de dicha planta, los problemas con la provisión del líquido vital empezaron a acrecentarse, de acuerdo a las denuncias de los mismos pobladores.

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Ramón Schinini, uno de los vecinos afectados, comentó a La Nación/Nación Media que desde el mismo día en que fue habilitada la planta de tratamiento, el agua que llega a sus viviendas tiene una llamativa coloración que va del amarillo al marrón o hasta el negro, inclusive. Así también, lograron percibir la presencia de restos de barro o lodo, además de un leve olor a óxido, hecho que genera la preocupación de los miles de usuarios que hoy día se ven impedidos de consumir el agua que sale del grifo.

Lo más preocupante de todo es que, además de la mala calidad, también se le suman posibles efectos adversos en la salud de algunos pobladores. Una vecina del barrio denunció que su bebé empezó a tener ronchas en la piel luego de haberse bañado con el agua proveniente de la planta de Nanawa, confirmó Schinini.

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