“Jóvenes deben adoptar una posición decidida, comprometida y responsable como agentes de cambio”, dijo monseñor Claudio Giménez, obispo emérito de Caacupé, durante el sexto día de novenario a la Virgen de Caacupé, dirigido a los jóvenes, en el marco de la Peregrinación Nacional de Jóvenes.
“Me estuve fijando en los rostros de ustedes y la verdad que estoy sorprendido porque hay muchísimos jóvenes”, dijo al iniciar su homilía ayer sábado 3 de diciembre, en la explanada de la basílica y santuario de Caacupé. Según Giménez, la Iglesia católica confía en los jóvenes. Este año, la peregrinación juvenil tiene como lema: “Protagonismo de los jóvenes en la Iglesia y en la sociedad” y “Convocados para colaborar como agentes de transformación en la Iglesia y en la sociedad”.
“Me gusta esa palabrita transformación, creo que pega muy bien con la juventud porque siempre están queriendo cambiar todo y sabemos que ellos pueden, si es que se les ayuda. Este novenario se centra en nuestra juventud para que actúen en la Iglesia y en la sociedad como agentes de cambio. Es muy grande realmente lo que se les confía a ustedes, a los jóvenes, no es fácil, pero tampoco es imposible”, insistió el obispo emérito de Caacupé.
Afirmó que se confía en la juventud paraguaya para cambiar y transformar todo aquello que degrada a la humanidad, no solo en Paraguay, sino en todo el mundo, como las drogas que descompone a la sociedad y principalmente a los jóvenes y niños; incluso, la confusión de los sexos, la corrupción generalizada: la violencia, entre otros problemas que llevan a la decadencia a la humanidad.
“La confusión de los sexos, qué dolor de cabeza que trae esto. Comprendemos a las personas que están en esa situación, pero tenemos que ayudarles a salir adelante, a caminar como corresponde. Decía Santo Tomás que el orden de ser condiciona el orden de actuar. Si vos naciste así, así tenés que actuar, si naciste hombre, actúas como hombre”, dijo Giménez.