Ayer martes 29 de noviembre se llevó a cabo el segundo día del novenario de la Virgen de Caacupé, ocasión en que invitaron a reflexionar con el tema “La misión de la familia en la Iglesia y en el mundo”. La homilía fue presidida por monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco, quien abordó sobre algunas realidades que preocupan como familias paraguayas. Igualmente, recordó a los secuestrados en el Norte y elevó una oración para poder tener noticias de los mismos.
“La defensa de nuestras familias cristianas ante la amenaza de querer implantar a través de la educación sistemática impartida por el MEC, ciertas terminologías que esconden el enfoque ideológico como el género, derechos, inclusión, interculturalidad. Estas son las preocupaciones donde el Estado y nuestras autoridades nacionales de los tres poderes deben velar por los intereses de su pueblo y evitar ser avasallados con nuevos neocolonialismos que no respetan la realidad de nuestro país, donde grandes agencias internacionales quieren imponernos aquello que debemos enseñar y creer para recibir sus migajas de ayuda”, expresó.
En la oportunidad, aprovechó para “recordar” a estas ONG que desde 1811, el Paraguay es un país libre y soberano. “Somos los paraguayos lo que decidimos qué enseñar y cómo educar a los hijos de esta nación. Y aquí es donde debemos vivir el espíritu de la sinodalidad que nos invita el papa Francisco que es el espíritu de escucharnos unos a otros, trabajar mancomunadamente, caminar juntos que no es otra cosa que hacer todos juntos lo que queremos lograr para sacar adelante a nuestros niños y jóvenes. Sínodo no es monólogo ni imposición por leyes o decretos”, apuntó.
En otro momento, indicó que otra preocupación que no puede quedar indiferente es la cantidad de paraguayos que sigue migrando a otros países y por sobre todo de aquellos compatriotas que deben deambular de un lugar a otro en busca de trabajo, de seguridad ante crímenes, asalto en pleno día y ni qué decir de estas organizaciones criminales como el EPP y otros que no le dejan vivir tranquilos a paraguayos que quieren hacer progresar al país. “Desde Caacupé queremos unirnos al dolor de las familias que no saben nada de sus seres queridos y ofrecemos nuestras oraciones para poder tener noticia de nuestros hermanos privados de su libertad o en cautiverio de Óscar Denis, Félix Urbieta y Edelio Morínigo. Es justicia querer saber dónde están sus seres queridos”, enfatizó.