El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Gustavo Melgarejo, explicó ayer preocupado que es fundamental dimensionar la importancia de la donación de órganos para salvar vidas. Destacó que los casos son complejos y requieren el compromiso de todo el sistema sanitario.
“Realmente, para nosotros son muy motivadores estos casos (trasplantes) en este año desafiante porque sigue esa situación de pandemia porque los números no van aumentando en cuanto a la donación de órganos y la posibilidad de encontrar un donante”, dijo el director en una entrevista con Telefuturo.
En lista de espera de donantes se encuentran 263 pacientes en nuestro país, de entre quienes 182 precisan córneas, 68 necesitan riñones, siete aguardan por un nuevo corazón y seis necesitan trasplante de hígado.
Sostuvo que la situación se da a nivel mundial e incluso países de primer mundo muchas veces no tienen la posibilidad de dar una respuesta inmediata a los pacientes que requieren un trasplante por varios factores, ya que deben coincidir el peso y grupo sanguíneo y, sobre todo, tiene que haber compatibilidad.
Melgarejo mencionó que durante los días en que la pequeña Anita estuvo con el corazón artificial hubo varios posibles donantes, pero que no había coincidencia en el peso y eran incompatibles, pero que afortunadamente apareció una familia para donarle a la niña y se llevó a cabo la cirugía.
“Hay un examen muy estricto en términos cualitativos para determinar que el donante sea apto para ese fin. Puede ser que el donante tenga 23 años y no coincida el tamaño del corazón, el grupo sanguíneo o los estudios de compatibilidad no sean apropiados. Cuando se plantea la posibilidad de donación es porque existe una oportunidad de vida de mucha gente y esa oportunidad no es todos los días”, agregó. Tras 80 días de espera conectada a un corazón artificial, llegó un donante compatible con la pequeña Anita, quien ingresó a quirófano durante la noche del jueves pasado y el procedimiento culminó durante la madrugada del viernes.