Tras la exposición al ambiente contaminado por incendios y para prevenir efectos adversos de salud, el Ministerio de Salud Pública brinda algunas recomendaciones a la ciudadanía e insta a tener especial atención con la población infantil, pues constituye uno de los grupos más vulnerables, sobre todo los niños pequeños, así como las embarazadas, los adultos mayores y las personas con problemas respiratorios y cardiovasculares.
Indicaron que respirar el aire contaminado por los focos de incendio puede producir efectos negativos en la salud de diversas maneras; cualquier persona, incluso aquellas sanas, al exponerse a una cantidad suficiente de humo de incendio en el aire, compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas, puede ser afectada.
En este sentido, señalaron que inhalar el humo puede ocasionar tos, dificultad para respirar, irritación en los ojos y garganta. Rinorrea, bronco-obstrucción, dolor de pecho, cefalea, crisis de asma, cansancio y decaimiento.
PREVENCIÓN
En cuanto a algunas medidas de prevención para personas expuestas al humo de incendios forestales, explicaron que si se encuentran cerca de un incendio forestal o industrial, evacúen el lugar, además de evitar permanecer a menos de 300 metros a la redonda del incendio.
En el caso de encontrarse alejado a más de 300 metros a la redonda, instan a quedarse en la vivienda, con puertas y ventanas cerradas, sin utilizar el aire acondicionado. Así también, recomiendan informarse sobre la calidad del aire local y de los sitios de incendio forestal en su área. De ser posible, permanecer dentro de la vivienda.
Explicaron que en caso de ser portador de enfermedades respiratorias, como asma, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), seguir las indicaciones de su médico en cuanto al tratamiento recomendado. Si los síntomas empeoran, acuda a la unidad de salud familiar (USF) o servicio de salud más cercano a su domicilio. Sugieren evitar la contaminación del aire interior de la casa: no fume, no encienda velas, chimeneas, fogones, no barra ni sacuda el polvo de muebles u otros objetos. En caso de hacerlo, utilice trapos mojados.
Igualmente, recomiendan hidratarse con al menos dos litros de agua al día (10 vasos de 200 ml) y en caso de que sea imprescindible salir de la casa, utilice mascarillas o barbijos de protección.