Cada 10 de setiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio y en el marco de la campaña de prevención del suicidio, la Cátedra y Servicio de Psiquiatría del Departamento de Psiquiatría de la Infancia y Adolescencia, la Cátedra de Psicología Médica y el Departamento de Salud Mental lanzaron una serie de pasos a tener en cuenta para detectar y ayudar a la persona con trastorno de salud mental e ideaciones suicidas siguiendo cinco pasos: preguntar, estar ahí, proteger, conectar y acompañar.
La Red de Salud Mental en el Hospital de Clínicas tiene un sistema de atención las 24 horas, los siete días de la semana, tanto para psiquiatría de adultos como psiquiatría infantojuvenil. Además, cuentan con consultorios externos de psiquiatría adultos y pediátricos. Las personas interesadas en agendar cita en adultos deben llamar al (0992) 782-394; y para menores (0995) 683-050, de 8:00 a 10:00.
En este sentido, el doctor Julio Torales, jefe del Departamento de Salud Mental, dependiente de la Dirección General de Asistencial del Hospital de Clínicas, indicó que es fundamental detectar y ayudar a la persona con trastorno de salud mental e ideas suicidas. Dijo que cuando se nota a una persona con tendencia suicida, es importante hablarle directamente. Decirle te noto mal, qué sentís, en qué te puedo ayudar. No hace falta que uno se ponga en el lugar de la otra persona, pero es importante acompañarle a las consultas, que es un acto de amor que se puede hacer.
“Este setiembre es el mes de la ‘Prevención del suicidio’. Nos estamos enfocando en hacer frente a esta epidemia de suicidios, atendiendo que a nivel mundial se tiene cada 40 segundos un suicidio y en Paraguay, si bien se considera que hay un subregistro, se cree que se da un suicidio por día, una situación que no se debe dejar pasar”, destacó.
PERDER TODA ESPERANZA
Torales mencionó que esta condición afecta a todas las esferas sociales, niveles académicos y puede darse en diversas edades. Hay suicidio en niños, adolescentes, adultos jóvenes y mayores, en mujeres, en hombres y básicamente se produce en personas que han perdido toda esperanza.