Mariano Mercado, enviado especial al Vaticano
El cardenal Adalberto Martínez, arzobispo metropolitano de Asunción, presidió ayer domingo su primera misa como miembro del colegio cardenalicio y, por consiguiente, como parte del clero de Roma y colaborador en el servicio del obispo de Roma, el papa Francisco. En su homilía indicó que en los pobres vemos la carne sufriente de Cristo.
El cardenal señaló que como arzobispo de Asunción y metropolitano del Paraguay, celebrar esta eucaristía en la Iglesia del Gesú (Iglesia del Santísimo Nombre de Jesús), iglesia madre de la Compañía de Jesús, adquiere un gran significado eclesial y misionero, pues estamos ante la presencia y los restos de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, cuya obra evangelizadora y misionera en el Paraguay ha dejado un legado que perdura hasta hoy en la Iglesia y en la cultura de nuestro pueblo.
“Ha generado ejemplos de santidad, como el jesuita nuestro san Roque González de Santa Cruz, paraguayoite ha’e, cuyo corazón incorrupto, en la capilla de los mártires en la parroquia Cristo Rey, en Asunción, constituye una imagen elocuente del amor cristiano, capaz de superar todos los límites humanos, hasta los de la muerte, como ha dicho san Juan Pablo II el día de su canonización en 1988. Fue fundador de pueblos y evangelizador, ferviente defensor de los indígenas, avasallados en su dignidad de personas”, afirmó.
Martínez recordó a san Agustín como una figura extraordinaria y que su legado espiritual llega hasta nuestros días. “’Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa, sino lo que ama’, dijo el mismo, a quien conocemos porque él amó profundamente al Señor, a la Iglesia. Y en relación con el nombramiento de cardenal por el papa Francisco, de este servidor, me consuelan grandemente también sus palabras: Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas”, agregó.
En su homilía sostuvo que “nuestra acción y nuestra opción pastoral deben ser por los pequeños; por los que padecen todo tipo de miseria, por los que son despreciados y descartados por la sociedad; por los que viven en las periferias existenciales; de esta manera, nuestra acción estará motivada por el servicio y la acogida al más pobre, porque en ellos vemos la carne sufriente de Cristo y no porque esperamos alguna retribución social, política o económica”. Martínez manifestó la necesidad de ser humildes en el servicio pastoral. No pretender ser mejores que nadie, sino mejor que uno mismo, no juzgar ni menospreciar a nadie, no buscar recompensas ni riquezas humanas, considerarse servidor de los demás, sin distinciones entre pobres y ricos, y sin obrar por amor a las recompensas, subrayó.
“El cardenal está en sintonía con el Papa”
“El Bañado Tacumbú se prepara para la primera misa de Martínez en el país.
El próximo domingo 4 de setiembre, monseñor Adalberto Martínez Flores, arzobispo de Asunción y primer cardenal paraguayo, oficiará su primera misa como cardenal en el Paraguay, en la parroquia San Felipe y Santiago del Bañado Tacumbú. La comunidad religiosa del barrio ribereño, contenta por la visita del nuevo cardenal, ya se encuentra ultimando detalles para lo que será este importante acontecimiento, que los pone en la lupa de la Iglesia católica.
“El cardenal está muy en sintonía con el papa Francisco y el papa Francisco nos dice a la Iglesia que tenemos que estar en las periferias sociales y existenciales, y el Bañado es una de esas periferias como las campesinas, indígenas y todos los bañados. Entonces, yo creo que el cardenal en sintonía con el Papa nos dice que tenemos que evangelizar a todos como lo hacía Jesús”, indicó el padre Pedro Velasco.
De nacionalidad española, pero de corazón bañadense, con demostrada trayectoria en el diálogo social en favor a los más vulnerables, Velasco recordó que tomó la noticia de esta honorable visita como una grata sorpresa. “Me sorprendió agradablemente, pero al mismo tiempo no me sorprende, las dos cosas. Me sorprendió porque rompió un protocolo muy formal siendo el primer cardenal de Paraguay, es un acontecimiento nacional muy importante y lo más lógico era que se desarrolle en la Catedral, que cuenta con todos los aspectos necesarios para este acontecimiento, pero el hecho de que venga al Bañado realmente es un paso grandísimo y sorprendente”, indicó Velasco a Telefuturo.
Llamó a las autoridades a comprometerse con la verdad
El cardenal sostuvo que la sociedad tiene suma necesidad de volver a escuchar el mensaje evangélico sobre la humildad.
“A las autoridades nacionales y a todos los compatriotas que vinieron desde el Paraguay, les invito a asumir el compromiso con la verdad, con el bien común de la nación, que necesita de todos sus hijos para construir una patria nueva, plena de oportunidades para el desarrollo humano integral de todos sus habitantes”, aseguró.
Finalmente, el cardenal dijo que vivimos en una sociedad que tiene suma necesidad de volver a escuchar este mensaje evangélico sobre la humildad. Correr a ocupar los primeros lugares, quizá pisoteando sin escrúpulos, las cabezas de los demás son actitudes despreciadas por todos y, por desgracia, seguidas por muchos.
“Los que somos invitados por Cristo a su mesa deberíamos poseer la virtud del ‘último puesto’, que nos hace reconocer sinceramente que nuestro currículum vitae no es tan notable como nos creemos. Ante Dios no valen pretensiones ni suficiencias, sino coherencia y humildad. La invitación nos llega gratuitamente, no por merecimientos humanos. La humildad es la medida exacta de las propias cualidades y capacidades”, sentenció.