La Dra. Verónica Rotela, especialista de la Cátedra y Servicio de Dermatología de la FCM-UNA, explicó que este virus tiene una transmisión de persona a persona por contacto cercano con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados. Esto se le atribuye a los primates y roedores, pudiéndose contagiar además a través de la ingesta de carne mal cocida como un factor de riesgo, según publica Hoy/Nación Media.
La dermatóloga destacó además que, entre los síntomas como la cefalea, fiebre, escalofríos, dolores musculares, se presentan también erupciones cutáneas que suelen comenzar en la cara y después se extienden a otras partes del cuerpo, entre las palmas de las manos y plantas de los pies.
“Luego de esa erupción, se puede presentar una evolución secuencial de lesiones cutáneas, se observan: máculas, pápulas, vesículas, pústulas, y costras”, acotó.
La mayoría de las lesiones se encuentran en rostro, palmas y plantas, aunque cualquier parte del cuerpo puede estar afectada. Esta enfermedad puede durar de 2 a 4 semanas y posee un tratamiento de reposo a fin de asegurar evitar tocar las mucosas, y prevenir infecciones secundarias.