Luis Enrique Leiva Miranda es buscado por la Policía tras ser imputado por abuso sexual, pornografía infantil y proxenetismo. El mismo es propietario de una funeraria de la ciudad de Juan León Mallorquín, departamento de Alto Paraná.
Era esa su actividad laboral lícita. Pero la ilícita era la parte terrorífica, según la acusación fiscal: abusaba sexualmente de una menor de 12 años, a quien filmaba para después vender en formato de video a grupos pedófilos. Finalmente utilizaba a la menor para dar servicios sexuales a hombres que pagaban al acusado, que se embolsaba grandes sumas de dinero por ello.
En el relevo de datos del Ministerio Público, se menciona que el estado de esclavitud sexual a la que era sometida la criatura es de tal gravedad que amerita una acusación para solicitar la máxima pena contemplada en la legislación.
La fiscal Vivian Coronel abrió expediente sobre el tema y remitió a la Policía el pedido de tratamiento de urgencia para atrapar a Leiva Miranda, ya que representa un peligro para la sociedad.