¿Qué transforma la presunta transformación educativa?, es la interrogante que puso en debate el padre Jesús Montero Tirado en su artículo de opinión en un medio digital. El experto en el ámbito de la educación cita varias falencias del Plan Nacional de Transformación Educativa (PNTE), entre ellas la exclusión de varios sectores que deberían ser agentes protagónicos de este proceso.
“Intelectual y científicamente, el supuesto Plan de Transformación Educativa es una basura. No tiene ningún fundamento científico, no aluden a la antropología, no explican qué tipo de hombres y mujeres quieren formar con la educación, no hay ningún análisis sociológico sobre qué tipo de sociedad quieren construir ellos”, criticó Montero Tirado en comunicación con La Nación/Nación Media.
Afirmó que intuye que existen intereses por detrás de quienes han escrito el proyecto por el resultado de la sociedad que va a quedar con un estado totalitario, propio de los países comunistas, ya que en el marco del proyecto no se analiza ni siquiera la pedagogía y que la educación necesita bases científicas sobre todo, antropológicas, sociológicas, psicológicas, en la filosofía y en las ciencias actuales como la biogenética o la neurociencia y neuroeducación.
“Está hecho muy superficialmente y desde el punto de vista académico e intelectual el plan no tiene valor alguno porque el diagnóstico que presentan es una tomadura de pelo, se basa en el informe PISA, un informe de Europa que mide el estado de aprendizaje de los adolescentes de 15 años solo en tres áreas: lectura, matemáticas y ciencias, y a eso le llaman diagnóstico de la educación paraguaya, donde está la problemática bilingüe o plurilingüe, pero lo otro es lo oficialmente impuesto y lo necesario”, dijo en un artículo de opinión en Informate Py.
Agregó que fueron excluidos de la consulta las universidades, los 36 institutos de educación superior, los 40 institutos de formación docente (IFD), al sector rural, siendo que estos actores son claves en el desarrollo del país, atendiendo la agricultura y la ganadería, y a los mismos padres de familia, sin importar que por el Artículo 71 de la Ley del Código de la Niñez y Adolescencia tienen el derecho y el deber de “dirigir el proceso educativo de los hijos”.