La Justicia no debería prestarse a dar trámite a querellas que han tenido como base denuncias ciudadanas y que han sido objeto de investigaciones periodísticas. Sin embargo, la jueza Olga Ruiz González, jueza penal de Sentencia Nº 7 de Asunción, admitió la elevación a juicio de una insólita querella por “calumnia, difamación e injuria” contra Carlos Giménez, editor de La Nación.

Promovida por Juan Rojas Cantero, presidente de la Asociación de Padres de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura (OIR), la querella constituye un claro atentado a la libertad de expresión y de prensa, ya que se pide la pena de prisión para el periodista y una exorbitante suma de 55 millones de guaraníes, como clara forma de amedrentar su trabajo de investigación.

El hecho corona la serie de agresiones que Giménez viene sufriendo desde que develara, en un documentado trabajo, que no todo son luces y brillos en la mencionada orquesta y que bajo el manto del éxito se ocultaban desmanejos económicos y administrativos que serían imputables a su director Favio Chávez y al querellante Cantero.

“De la Orquesta de Cateura se desconoce cómo opera jurídicamente y su manejo financiero; pese a su fama mundial, no se conocen balances, memorias, auditorías o rendiciones de cuentas; sin embargo, el querellante acusa que mis preguntas perjudican la imagen de la orquesta y de su asociación. Paradójicamente, el querellante acaba de recorrer varios países de Europa y EEUU junto a Favio Chávez”, comentó Giménez.

En su trabajo, el periodista fue recogiendo testimonios de padres de los niños y adolescentes músicos de la OIR que llegaron a denunciar ante la Justicia a Chávez por malversación de donaciones y fondos. “La desigualdad social de los denunciantes (la falta de recursos para seguir litigando) de la comunidad de Cateura no permitió que pudieran costear los gastos judiciales para que Favio Chávez respondiera a las dudas sobre su gestión financiera”, agregó Giménez. Cuando el trabajo del periodista reveló estas situaciones, comenzaron los ataques de Chávez y Cantero.

“Desde abril del 2018 se remitió formalmente vía correo un cuestionario a los directivos de la orquesta, que a la fecha no tuvo respuesta. En contrapartida, el querellante protagonizó un sistemático ataque en redes sociales mediante insultos, mentiras y difamaciones, acompañado por otras personas vinculadas a la orquesta, así como algunas cuentas falsas. De esto constan más de 1.000 capturas de pantalla de un periodo de cinco años”, comentó el trabajador de prensa.

“Tan solo en la misma época de las publicaciones de redes sociales tomadas para la querella, el presidente de la Aso Padres OIR se refirió a mi persona, tanto vía Facebook como vía Twitter, como: patético, cobarde, impresentable, seudoperiodista, fracasado y farsante. Entre 2017 y 2020, en represalia a las interrogantes, también utilizó expresiones como: boicoteador, idiota, bufón, sinvergüenza, cretino, manipulador, sicario de la comunicación”, continuó comentando.

“A fines del 2020, reiteró en varias publicaciones la falsa y grave acusación contra el honor al difamarme por supuestamente ‘acosar a mujeres y publicar fake news’. Además de referirse a mí como ‘empleado de Szarán’, ‘perro de Szarán’ o ‘tu jefe Szarán’, o de buscar asociarme falsamente con un grupo político (consta audio de Ñandutí), con la intención de desacreditarme como persona y como profesional de prensa”, siguió relatando.

La mención del maestro Luis Szarán obedecería a un revanchismo personal de Favio Chávez. La Orquesta de Cateura fue un proyecto original de Sonidos de la Tierra con Procicla, que se materializó en el 2006, y la agrupación de reciclados fue idea de Szarán, según un audiovisual de mediados del 2010. Tras una exitosa gira por Europa en el 2011 y con miras al lanzamiento de la película “Landfill harmonic”, Chávez salió de Sonidos e independizó la orquesta en el 2012, pasando a ser su “creador” y administrador financiero, reveló el trabajo de Giménez.

JUEZA CONDENÓ A PERIODISTA

La jueza Olga Ruiz González, ya en el 2013 y estando en la circunscripción de Caaguazú y San Pedro, envió a prisión al periodista Orlando Benítez, corresponsal de los diarios Popular y ADN, como así también de Unicanal en San Pedro, por supuesta difamación a la funcionaria estatal Angelina Brizuela Díaz.

El periodista había difundido una información y una fotografía en la cual se veía a dos agentes policiales consumiendo bebidas alcohólicas junto a otras dos mujeres, en cuyas manos se observaban las armas de fuego reglamentarias de los efectivos de seguridad. La nota del Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) exponía: “La desproporcionada medida dispuesta por la jueza Ruiz se enmarca también en un antecedente referente a la destitución de su esposo, el juez Enrique Cubilla, cuyo defenestramiento se debió a publicaciones periodísticas acerca de la irregular liberación de un agente policial imputado por narcotráfico, años atrás”.

Y proseguía: “El SPP considera que este hecho forma parte de un esquema de amedrentamiento a Benítez para acallar sus publicaciones que desnudan el mal desempeño de funcionarios públicos y también es una advertencia para los y las periodistas que cumplen con su labor al servicio de la ciudadanía”. La historia parece repetirse.

UNA DENUNCIA CONTRA CHÁVEZ

Según recordó el periodista Carlos Giménez, editor de Artes y Espectáculos de La Nación, Favio Chávez fue denunciado el 12 de abril del 2016, por dudas con la transparencia de su gestión, por Christian Agüero, músico de la orquesta desde el 2007 y empleado de la oficina administrativa que Chávez creó cuando se independizó de Sonidos de la Tierra en el 2012.

Acompañaron esa denuncia la madre de Agüero, Dionisia Espínola, y otra madre de músicos integrantes, Patricia Aranda; secretaria y tesorera, respectivamente, de la asociación “Armonía de Cateura”, fundada en marzo del 2013 y que se desactivó hacia fines del 2015 por una serie de conflictos con el director. La Aso Padres OIR se constituyó el 25 de abril del 2016, apenas dos semanas después de la denuncia, y su presidente Juan Rojas Cantero pasó a ser uno de sus principales voceros. “Las versiones de los denunciantes y del denunciado, acompañado por el hoy querellante Cantero, fueron registradas en videos entre febrero y marzo del 2017, y están disponibles a través de YouTube”, mencionó Giménez.

“Bueno, al ser el querellante un politiquero como Cantero y que Favio Chávez tenga sus contactos judiciales, y use la ‘fama’ de la orquesta como instrumento de poder, se hace casi lógico que nunca podría triunfar ninguna denuncia de alguien de la comunidad de Cateura”, consideró el periodista. Gran parte del encono de Cantero deriva de la calificación de “seccionalero” que le hiciera Giménez en sus redes sociales. Vale señalar que Cantero se desempeñó como miembro titular de la Seccional Nº 34 de Santa Ana en el periodo 2016-2020 y, según la Justicia Electoral, se postuló en el 2017 para un cargo en Parlasur.

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