La jueza de la Niñez de Luque Pili Rodríguez dictó la sentencia de adopción de un niño utilizando un formato de fácil comprensión para el mismo. Es la primera vez que la justicia paraguaya aplica este formato de resolución. “Me llamo Pili Rodríguez, soy jueza de los niños, niñas y adolescentes y mi trabajo es asegurar que se respeten sus derechos”, inicia el texto judicial.
Considerando que la Justicia debe estar al alcance de todos los niños, la mencionada magistrada optó por dictar una sentencia de fácil lectura, con la que pretende que el niño conozca su caso, pero bajo una perspectiva que le permita saber la información en palabras que pueda entender.
“Te quiero contar qué fue lo que decidí para vos: Cuando naciste, me contaron que debía darte un nombre y una familia que te cuidara, con tu defensora Leticia y muchas otras personas nos pusimos a trabajar para que estés bien cuidado y te mimen mucho, mientras le buscábamos a tu mamá, a tu papá, tíos, abuelos, porque no sabíamos dónde estaban”, describe Rodríguez en su sentencia.
“Se buscó por todos lados y por mucho tiempo, no pudimos encontrar a tu mamá, y tu abuela, aunque quería, no iba a poder cuidarte y darte todo lo que necesitabas para crecer sano y fuerte, pero tienes a tu hermanito y hermanita con quienes vas a poder seguir en contacto siempre”, señala, a continuación parte del documento.
En otro fragmento de la sentencia, la jueza explica al niño que dos personas se ofrecieron a cuidarle y le cuenta que se encargaron de él desde que era muy pequeño. “Te llenaron de besos y de abrazos y empezaron a quererte tanto y vos a ellos, que luego de unos trámites se les eligió para que sea tu familia. Esto se llama adopción y es una manera de dar a un niño, niña o adolescente una nueva familia, cuando por alguna razón no se pudo quedar en la suya”, resalta otro párrafo de la sentencia, que fue publicada en la página Judiciales.net.
Cabe resaltar que en el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño se consagra el derecho a involucrarse de manera apropiada en las decisiones que afectan a niños, niñas y adolescentes. En este sentido, establece que las familias y otras instituciones sociales deben escuchar y tomar en cuenta las opiniones de las y los niños, de acuerdo con su edad y madurez.