- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
El diputado Edwin Reimer (ANR-Boquerón) quiere flexibilizar las restricciones a la exploración de hidrocarburos en el parque nacional Médanos del Chaco. “Presenté el proyecto para ver cuáles podrían ser soluciones para avanzar sobre eso, no puede ser que tengamos recursos naturales inutilizados. Entiendo que hay que respetar el medio ambiente, mantener las áreas protegidas, pero no reservar miles de hectáreas cuando el país y la economía necesitan este recurso, tiene que haber un camino intermedio”, planteó.
“Está el caso del pozo de Primo Cano Martínez, que funcionaba (tenía ley de concesión) y encima le vino la ley de Médanos y le prohíbe usarlo y ni siquiera le indemnizan, hablamos de un inversionista nacional que tuvo éxito y fue truncado”, expuso el legislador chaqueño. También la normativa impactó en áreas que se habían concedido a Zeus Ol, Riviera y Petropar.
Datos oficiales indican que el país consume 28 mil barriles por día (bpd) de productos refinados de petróleo que se importan en totalidad. Se invierten unos 100 millones de dólares al mes en combustibles, gas y aceites. “Esto es dinero que sale del país, teniendo nosotros los recursos naturales necesarios”, dijo como motivación de su proyecto que además busca reactivar las prospecciones de gas y petróleo, hoy paralizadas.
El viceministro de Minas y Energía, Carlos Zaldívar, confirma la situación: “Hoy día todas las actividades de prospecciones (exploración), tanto gasíferas como petroleras, están suspendidas por la crisis generada por la pandemia del covid-19. Las empresas se acogieron a la figura de suspensión de plazos prevista en la ley de hidrocarburos 779/95″.
También que la empresa Primo Cano Martínez “es la única empresa que estaba en la fase de explotación, teniendo comprobadamente gas en su área de concesión, pero infelizmente hoy día se encuentra suspendida por los artículos 4 y 6 de la Ley del Parque Médanos del Chaco que prohíbe cualquier actividad hidrocarburífera en esa área”.
Ampliando, informó que “las empresas President Energy, Riviera SA, Hidrocarburos Chaco SA, Petropar, Zeus Ol y MB Energía se encuentran con suspensión de plazos por fuerza mayor. La paralización de los trabajos de la mayoría de las empresas se levantaría antes de fin de año, pues consideramos que el contexto va cambiando y se van a dar las condiciones para que las empresas vuelvan a operar”, expone.
El proyecto de Reimer, que estudian las comisiones de Legislación y Medio Ambiente de la Cámara Baja, prevé que el Ministerio del Ambiente establezca un plan de manejo que permita la exploración y explotación con las medidas adecuadas de mitigación ambiental, un elemento que seguramente abrirá un debate con organizaciones ecologistas.
El diputado se quejó de que hay cierta desidia en la actividad petrolera en el país, “no se usan estudios anteriores”, dijo, como que hay un desaprovechamiento de áreas con posibilidades y que ante la parálisis de los trabajos “se deberían cancelar porque darles las concesiones y que no hagan nada, no es el punto”.
LARGA ESPERA
La obtención de gas y petróleo, a pesar de una reactivación en las actividades de búsqueda, sería una cuestión de plazos largos. El viceministro Zaldívar lo expone así: “Creemos que a corto plazo no será, pues depende muchísimo de las actividades a desarrollar en el campo. A nivel mundial, las operaciones de exploración se encuentran ralentizadas”.
Zaldívar recordó que hasta el momento, “petróleo comercialmente explotable no se ha comprobado en el país. Por métodos indirectos, gracias a la geofísica podemos inducir grandes posibilidades de tener cuencas sedimentarias productoras de petróleo como en las cuencas que compartimos con los países vecinos”, dijo, describiendo el cuadro desde el que se parte.
EXPECTATIVAS Y REALIDADES
Las actividades de prospección petrolera se centran en las cuencas del Paraná, en el Este, y en el Chaco, al noroeste, donde se ubica la cuenca de Pirití, siendo este bloque el que tendría gas natural y petróleo, de acuerdo al catastro de Hidrocarburos del Viceministerio de Minas y Energía (VMME). Las estimaciones más optimistas hablan de más de 4 mil millones de barriles en la región del Chaco. En su pronóstico del 2013, la EIA (Administración de Información de Energía de los EEUU) estimó una cantidad, no probada, de recursos técnicamente recuperables (TRR) de gas de esquisto en 75 trillones de pies cúbicos (tfc).
UN POCO DE HISTORIA
Hace unos días se recordaba en la página de Facebook “Geología del Paraguay” la historia del Pozo Toro 1, perforado por la Texaco & Marathon Co. en 1977, en la cuenca de Curupayty. “El metraje alcanzado fue de 3.418 metros de profundidad, hasta los estratos del silúrico inferior. Se han comprobado indicios de petróleo y gas”, recordaba remitiendo al estudio técnico. Más hacia el presente, la británica President Energy, en el 2014, anunció la extracción de crudo en el bloque Pirití, pero inconvenientes en el pozo Jacaranda 1 obligaron a la firma a cerrarlo. Con una inversión de más de 22 millones de dólares, el pozo tenía prevista una profundidad de entre 4.200 y 4.900 metros, de acuerdo a lo reportado por la prensa. La empresa de origen francés, Riviera SA, en abril del 2019, comenzó a perforar en el bloque Garrapatal en el Chaco con una inversión de US$ 25 millones, sin que se reportaran resultados. En el caso de Zeus Oil, inició trabajos en el 2018 con inversiones de US$ 14 millones para los relevamientos de datos sísmicos en un área de 1.400 kilómetros en el bloque Curupayty con resultados “alentadores”.