La majestuosa expresión de religiosidad popu­lar de la Semana Santa en la comunidad de Taña­randy, San Ignacio Misiones, impulsada inicialmente por el artista plástico Koki Ruiz y que actualmente tiene invo­lucrada a toda la comunidad, este año tuvo su toque espe­cial porque tras dos años de suspensión por la pandemia del covid, el gran encuentro religioso volvió para celebrar sus 30 años de vigencia.

Desde el jueves se realiza una puesta de adoración a la cruz en la entrada de la Barraca, taller de Koki Ruiz.FOTO:JORGE JARA

Para el director de Educa­ción de la Municipalidad de San Ignacio, Pascual Vega, el juego de luces se volvió uno de los momentos más espe­rados por los asistentes. Esta edición de Tañarandy tiene un condimento muy especial, ya que en 30 años es la primera vez que la Virgen de los Dolo­res o La Dolorosa, como otros la conocen, llegó hasta el tem­plo principal en San Ignacio Guazú junto al Cristo de las Reducciones, una imagen de Jesús que tendría unos 400 años, según los organizado­res, un momento que defini­tivamente fue épico.

ENCENDIDO DE CANDILES

“Creemos que el juego de luces y la procesión de la Virgen de los Dolores hasta el templo principal de la parroquia es la primera vez que se da en estos 30 años del Viernes Santo de Tañarandy”, dijo Pascual Vega en una entrevista a La Nación/Nación Media.

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Los niños y jóvenes recrearon la última cena de Jesús en una puesta viviente que se sumó a las atracciones artísticas.FOTO:JORGE JARA

Al atardecer, siendo las 17:00, los organizadores empeza­ron a encender los 15.000 candiles de apepu y las 1.000 antorchas colocadas en la vereda del camino, de unos 5.000 kilómetros. La tradi­cional procesión de La Dolo­rosa estuvo acompañada por el paso de las luminarias y el canto lastimero de los esta­cioneros, que guiaban las diferentes estaciones que recorrió Jesús, durante su pasión, muerte y resurrec­ción. Después de 3 horas y media de recorrido por las calles de Tañarandy hasta el microcentro de la localidad, se tuvo el momento central del encuentro de la Virgen con el Cristo crucificado en el templo parroquial. Alrededor de 20 mil personas participa­ron de la procesión, según los cálculos preliminares.

La procesión de la Semana Santa en Tañarandy es impulsada por el artista plástico Koki Ruiz hace 30 años y actualmente tiene involucrada a toda la comunidad.FOTO:JORGE JARA

Al término del encuentro se realizó una feria de arte, orga­nizada por los emprendedo­res gastronómicos y artesa­nías en la plaza San Roque. Por otro lado, desde el Jue­ves Santo, en la Barraca, lugar donde se encuentra el taller de Koki Ruiz, se expo­nen los magníficos cua­dros o puestas en escena de pasajes de la Semana Santa.

En la entrada llama la atención una gran cruz instalada con la adoración de varias mujeres.

También jóvenes y niños de San Ignacio realizaron varias muestras de expresión cultu­ral y artística como celebra­ción por los 30 años del res­cate religioso y cultural de la Semana Santa dejado por los jesuitas en la zona.

En el cerro Ñemby también se realizó el viacrucis con encendido de luces y la recreación de pasión y muerte de Jesús.FOTO:CRISTÓBAL NÚÑEZ
En la Iglesia Santísima Trinidad también se meditó con los fieles las 7 palabras de Cristo en la cruz como parte de las actividades .FOTO:CRISTÓBAL NÚÑEZ
Ayer también se realizó el tradicional “tupãitu”, que es la adoración al Cristo crucificado, en todas las iglesias católicas.FOTO:CRISTÓBAL NÚÑEZ

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