La majestuosa expresión de religiosidad popular de la Semana Santa en la comunidad de Tañarandy, San Ignacio Misiones, impulsada inicialmente por el artista plástico Koki Ruiz y que actualmente tiene involucrada a toda la comunidad, este año tuvo su toque especial porque tras dos años de suspensión por la pandemia del covid, el gran encuentro religioso volvió para celebrar sus 30 años de vigencia.
Para el director de Educación de la Municipalidad de San Ignacio, Pascual Vega, el juego de luces se volvió uno de los momentos más esperados por los asistentes. Esta edición de Tañarandy tiene un condimento muy especial, ya que en 30 años es la primera vez que la Virgen de los Dolores o La Dolorosa, como otros la conocen, llegó hasta el templo principal en San Ignacio Guazú junto al Cristo de las Reducciones, una imagen de Jesús que tendría unos 400 años, según los organizadores, un momento que definitivamente fue épico.
ENCENDIDO DE CANDILES
“Creemos que el juego de luces y la procesión de la Virgen de los Dolores hasta el templo principal de la parroquia es la primera vez que se da en estos 30 años del Viernes Santo de Tañarandy”, dijo Pascual Vega en una entrevista a La Nación/Nación Media.
Al atardecer, siendo las 17:00, los organizadores empezaron a encender los 15.000 candiles de apepu y las 1.000 antorchas colocadas en la vereda del camino, de unos 5.000 kilómetros. La tradicional procesión de La Dolorosa estuvo acompañada por el paso de las luminarias y el canto lastimero de los estacioneros, que guiaban las diferentes estaciones que recorrió Jesús, durante su pasión, muerte y resurrección. Después de 3 horas y media de recorrido por las calles de Tañarandy hasta el microcentro de la localidad, se tuvo el momento central del encuentro de la Virgen con el Cristo crucificado en el templo parroquial. Alrededor de 20 mil personas participaron de la procesión, según los cálculos preliminares.
Al término del encuentro se realizó una feria de arte, organizada por los emprendedores gastronómicos y artesanías en la plaza San Roque. Por otro lado, desde el Jueves Santo, en la Barraca, lugar donde se encuentra el taller de Koki Ruiz, se exponen los magníficos cuadros o puestas en escena de pasajes de la Semana Santa.
En la entrada llama la atención una gran cruz instalada con la adoración de varias mujeres.
También jóvenes y niños de San Ignacio realizaron varias muestras de expresión cultural y artística como celebración por los 30 años del rescate religioso y cultural de la Semana Santa dejado por los jesuitas en la zona.