Delincuentes ingresaron a la escuela comunitaria Kunumi Arete, ubicada en la ciudad de Areguá, departamento Central, en la noche del martes. Los desconocidos se pasearon en la institución educativa de gestión comunitaria y se llevaron diversos objetos de valor como un microscopio y elementos utilizados para la educación de los niños. Además, dejaron esparcidas latas de cerveza que consumieron e incluso defecaron en una de las aulas del inmueble que se encuentra en el casco histórico de la ciudad.

Docentes y responsables de la escuela solicitan una especial protección por parte de las fuerzas de seguridad de la zona ante la ley de cuidado del casco histórico. Mientras que vecinos organizados solicitaron una mejor iluminación en reiteradas ocasiones a la Municipalidad de Areguá sin contar con respuesta de sus autoridades.

Kunumi Arete es un proyecto educativo de gestión comunitaria. Todas las realizaciones, desde lo pedagógico hasta las actividades de recaudación de fondos necesarios para su sostenimiento, se realizan entre todas las familias de los niños y niñas que asisten a la escuela.

La educación aquí no está dividida entre paredes o aulas, ya que se aplica lo que se llama en las escuelas rurales los plurigrados. Entre algunos días de la semana, los niños de 3 a 12 años se reúnen en la comunidad y allí tienen la oportunidad de convertirse en maestros de los más pequeños.

SE LLEVARON COMPUTADORA

La ola de inseguridad se convirtió en algo casi normal para las viviendas, escuelas y comercios, que todos los días son víctimas de los malvivientes que van ganando terreno en todo el territorio nacional.

Ayer también docentes y alumnos de la Escuela Básica N° 4.413 María Auxiliadora del barrio Tres Tapiracuai, del distrito San Estanislao en el departamento de San Pedro, se encontraron con la triste sorpresa de que fueron visitados por los delincuentes, quienes se llevaron varios enseres y una computadora. “Esto ya es una costumbre para los delincuentes de la zona”, dijo a canal Trece la directora Zunilda González.

Resaltó que no es la primera vez que los delincuentes ingresan a la escuela y no precisamente para estudiar, si no que para llevarse todo lo que esté a su paso y se pueda vender para luego comprar droga. Las personas que ingresan a robar son adictos y además siempre andan circulando por la zona.