Marcos Oviedo, del distrito de Abaí, departamento de Caazapá, es un joven participante de los programas sociales del MDS que incursiona en un rubro de peluquería y barbería.
Esto parecía no ser una idea acertada para emprender un negocio hace unos años atrás, dice Marcos, quien es dueño de Marcos Barbery, una apuesta que comenzó en su adolescencia cortando el pelo a compañeros de colegio bajo los árboles de mango.
Hoy continúa con esa misma pasión, pero en su propio negocio, una iniciativa posible mediante el apoyo de Tenonderã, programa que le concedió el capital semilla para potenciar su peluquería, que fue con el tiempo creando servicios diversos que de hecho tienen hoy gran aceptación.
“Si bien la peluquería en un principio no era un negocio muy rentable, empecé solo haciendo cortes, luego ya le sumé la barbería y también ofrezco colocación de piercings y tatuajes, que son muy solicitados por la gente joven y los no tan jóvenes también”, refiere el joven emprendedor.
La creatividad y las ganas de crecer son características muy marcadas en Marcos, también los deseos de superarse en su propia ciudad. “Con este negocio pude quedarme en mi ciudad y generar mis propios ingresos, puedo mantener a mis hijos, ya que soy beneficiario también de Tekoporã, programa que me permite cubrir los gastos escolares y a veces hasta invertir en algún elemento que falta en mi peluquería para poder generar más ingresos y mejorar la calidad de vida de mi familia”, afirma.