La actividad diaria de la ciudad genera una gran cantidad de sustancias que modifican la composición natural del aire que respiramos, por lo que contar con datos precisos sobre el tema es de suma importancia.
La Msc. Carolina Recalde y el Ing. Diego Palacios de la Facultad de Ingeniería de la UNA explicaron que inciden varios factores sobre la calidad del aire, como por ejemplo la presencia de contaminantes in situ (lugar donde se produce la contaminación), el transporte de contaminantes desde otras zonas, las condiciones meteorológicas, la presencia de radiación solar, los procesos de formación y destrucción de dichas sustancias en la atmósfera, etc.
Palacios dijo que “muchas de las estaciones de monitoreo, especialmente las de zonas urbanas, miden no solo el impacto de una fuente en particular, sino de otras actividades como el tránsito vehicular, quema de combustibles comercial o doméstico, uso de solventes o compuestos volátiles, quema de biomasa, etc.”. Recalde afirmó que para poder encarar una lucha contra una contaminación se necesita el monitoreo constante y en tiempo real durante largos periodos. Involucrar a la comunidad educativa y científica a las industrias y entes privados.
Una campaña de educación y concienciación al respecto es fundamental para obtener resultados favorables, ya que hay contraposición de intereses que pueden armonizarse. El Índice de Calidad del Aire (ICA), según la Agencia de Protección Ambiental de los EEUU (EPA), es un índice para la notificación de la calidad del aire a diario que indica el grado de pureza o contaminación atmosférica y los efectos para la salud.