Un conmovedor culto tuvo lugar ayer en el Centro Familiar de Adoración (CFA) como despedida a quien fuera su fundador y máximo referente, el pastor Emilio Abreu De Gásperi, que falleció a los 67 años tras una larga enfermedad el lunes pasado. Presidida por su propia familia, su esposa, la pastora Bethany Boss de Abreu, y su hijo, Joshua, la ceremonia de despedida se realizó desde ayer a la mañana en la iglesia ubicada sobre la calle Olegario Andrade esquina Terceiro Terreno del barrio Herrera, donde centenares de miembros y seguidores participaron del último homenaje a quien fuera el carismático líder de esta congregación religiosa.
Con la voz entrecortada, el hijo de Abreu, Joshua, expresó que su padre siempre luchaba por el amor, por el perdón: “Por el perdón en nuestra familia, por el perdón en nuestra nación, que es lo único que puede sanar heridas y le agradezco a mi papá por darme ese ejemplo”.
“Él era un hombre de visión. Veía un Paraguay transformado, veía un Paraguay transformado y exitoso, porque veía la transformación en su propia vida. Y la transformación inicia con decisiones pequeñas, comienza en nosotros”, manifestó.
Enfatizó que su padre amaba al Paraguay a pesar de todas las críticas que acompañaron siempre su misión pastoral. “No paraba de caminar cuando había presión. No les tengo que mentir. A mí no me era fácil pasar lo que pasábamos”, expresó el hijo de Abreu.
El culto se vivió en el auditorio principal del CFA hasta las 16:00 y después partió la caravana para el sepelio en el cementerio Parque Serenidad de la ciudad de Villa Elisa donde finalmente descansan sus restos desde ayer.
En la tarde de este pasado lunes 21 de febrero se confirmaba el fallecimiento del pastor evangélico Emilio Abreu, quien debía someterse a un trasplante de médula en el Instituto de Previsión Social (IPS). Padecía de mielofibrosis, un tipo de cáncer poco común que afecta a la sangre.