El gobernador de Paraguarí, Juan Carlos Baruja, destacó el trabajo que se realizó con el programa Hippy en el departamento. Esta semana se dio la clausura del año escolar del plan que se inició este año de forma experimental en la región.
Este programa educativo tiene el objetivo de cubrir áreas de alfabetización, lenguaje, matemáticas, ciencias y motricidad en niños de 2 a 5 años; además, está enfocado en valores para la vida. Unas 27 familias fueron beneficiadas con este programa en Paraguarí, formando parte la primera promoción de alumnos, padres y tutores que logran culminar el proceso.
“Hippy fue una experiencia positiva donde 27 familias de escasos recursos tuvieron acceso a este programa, ha sido financiado totalmente y cubierto por el señor Horacio Cartes”, expresó el gobernador de Paraguarí en contacto con La Nación. Además, destacó que el plan se desarrolló con mucho éxito y con resultados altamente positivos. “Estamos muy agradecidos y con la esperanza de que pueda proseguir el año que viene”, añadió el gobernador.
Con este proceso se logra la estimulación desde las casas y se marca un exitoso precedente para Hippy así como para la primera infancia en el país.
¿QUÉ ES HIPPY?
Hippy es una sigla en inglés que significa Home Instruction for Parents of Preschool Youngsters, y traducido al español significa “Instrucción en el hogar para padres de niños en edad preescolar”.
El programa fue implementado desde el 2020 mediante la capacitación de tutoras comunitarias, con hijos de la edad del programa –en este caso niños de 4 y 5 años– quienes realizaron visitas domiciliarias a los padres de los niños del programa, a quienes se capacitó para que estos, a su vez, puedan enseñar a sus hijos en casa durante al menos 20 a 30 minutos por día.
Se trata de 25 chicos que accedieron al programa gracias a empresas que apostaron para que los hijos de sus colaboradores formen parte de Hippy. Foto: Emilio Bazán
Hippy Paraguay: 25 niños se graduaron y formaron vínculos significativos con sus padres
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Este martes, se graduaron niños y niñas del programa Hippy Paraguay que con amor y paciencia de sus padres llegaron satisfactoriamente a la meta que se propusieron hace dos años. Se trata de 25 chicos que accedieron al programa gracias a empresas que apostaron para que los hijos de sus colaboradores formen parte de Hippy.
Según Laura Duarte, directora del programa Hippy Paraguay, hasta la fecha unas 600 familias formaron parte de este proyecto que ayudó a que los padres y madres formen a sus hijos en la primera infancia desde sus casas. De este número de familias más del 90 % aseguran que han dedicado tiempo de calidad a sus hijos en esta etapa tan importante de sus vidas.
“Las familias que forman parte del programa han indicado que mejoraron sus relacionamientos parentales después de dos años del programa. El 80 % nos cuentan que están leyendo libros con sus hijos, saber que tantas familias están priorizando la lectura diaria es un gran logro y la gran bandera que estamos llevando con Hippy Paraguay”, expresó Duarte en entrevista con La Nación/Nación Media.
Confirmó que los 25 egresados se formaron gracias a las empresas Comercial el Cacique, Kemsa y Aero Centro SA, que apostaron a favor de la educación de los hijos de sus colaboradores. “En el contexto de responsabilidad social empresarial las empresas adquirieron el paquete de Hippy para sus colaboradores. De esta forma activaron la motivación en los trabajadores y aseguraron que los hijos de estos trabajadores van a tener más chances de llegar a la educación formal con más preparación”, refirió.
Hasta la fecha unas 600 familias formaron parte de este proyecto que ayudó a que los padres y madres formen a sus hijos. Foto: Emilio Bazán
Laura indicó que con este programa buscan que la educación de los niños y niñas no solo recaiga en manos de las instituciones educativas o las tecnologías, sino que haya el acompañamiento de los padres. “Hippy está para dar las herramientas a los padres y de esa manera puedan acompañar realmente a sus hijos y les regalen tiempo de calidad para su desarrollo”, apuntó.
Resaltó que la primera infancia es muy importante y que los padres estén presentes deja un aprendizaje significativo muy importante en ellos. “El mayor regalo para los hijos es el acompañamiento de los padres en la primera infancia. No hay aprendizaje más significativo que el que viene de papá y mamá, porque pasan por el corazón”, puntualizó.
Insto a más sectores de la sociedad a apostar por la primera infancia para formar a aquellas personas que será lideres el día de mañana. Apuntó que una estimulación oportuna en esta ventana de tiempo podrá cambiar el futuro de los chicos y darles mayores oportunidades de desarrollar su mayor potencial. También, enfatizó sobre la importancia de tener suficientes horas de sueño y una buena nutrición como elementos fundamentales para el desarrollo del cerebro de los niños. “Toda acción por y para la primera infancia es una inversión para el futuro del país”, concluyó.
Hippy está presente en Luque, Cambyretâ, Paraguarí y Chaco. Foto: Emilio Bazán
Sobre Hippy Paraguay
Duarte recordó que el programa Hippy está presente en varios países del mundo y que hace tres años se instaló en Paraguay. Este programa educativo internacional consiste en visitas domiciliarias, donde tutores comunitarios trabajan con los padres para que ellos impartan la educación en el hogar; en cinco áreas del desarrollo: el lenguaje, alfabetización, matemáticas, ciencias y motricidad. “Los padres deben tener tiempo de una hora por semana para ser instruidos y 25 minutos por día para impartir las clases”, apuntó.
Confirmó que el mayor número de chicos y padres que forman parte de Hippy está en la ciudad de Luque, pero que también están presentes en Cambyretâ, Paraguarí y Chaco. “En cada ciudad hay alrededor de 30 familias, en Luque tenemos un volumen más grande porque tenemos el primer proyecto de la Fundación Ramón T Cartes es el colegio Arambé. Institución por la cual ya han pasado más de 300 niños y con Hippy estamos cubriendo todos aquellos niños que corresponden a la franja de 2 a 5 años”, manifestó.
Un total de 300 niños se graduaron tras formar vínculos con sus padres
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Sin lugar a dudas, con amor, paciencia, empatía y compasión se puede llegar muy lejos, sobre todo cuando se trata de niños y niñas. Es lo que el programa Hippy Paraguay demostró en los últimos años, transformando vidas a lo largo del país y que ayer miércoles tuvo su acto de graduación de la primera promoción. El sistema educativo abarca desde los 2 hasta los 5 años, y participan 300 familias, con 29 tutoras en 5 localidades: Luque, Lambaré, Paraguarí, Cambyretá y Chaco.
La directora general de Hippy, Laura Duarte, explicó a La Nación/Nación Media que los niños del Chaco y los del jardín del Centro Educativo Arambé formaron parte de un proyecto piloto en el 2020, cuando probaron con 30 familias para ver si el programa iba a tener el impacto que tiene internacionalmente.
“Realmente fue una cosa que nos impresionó, que no nos esperábamos. Sabíamos que las familias en Paraguay quieren lo mejor para sus hijos, pero muchos, si no la mayoría, no tienen los recursos. Sabíamos y partimos con esa premisa, pero el compromiso que nosotros vimos ya con esas 30 familias es algo que nunca nos vamos a olvidar”, expresó Duarte.
Manifestó que a partir de esa experiencia hacen una gran apuesta al pasar de 30 a 300 niños, mencionando además la cantidad de gente que ya está en lista de espera a lo largo del país. “Estamos en las 5 localidades y queremos crecer en estas 5 para luego ganar más expertise y poder abarcar muchas más ciudades”, resaltó.
MEJORA VÍNCULO
Duarte enfatizó en lo que la experiencia significó para padres y madres, resaltando que mejora el vínculo con el hijo, con la familia, compartiendo más tiempo juntos. “Ese siempre fue el objetivo: devolverle a las familias paraguayas su rol. Que la educación empieza en casa y luego viene la escuela. Es un día para celebrar la infancia, la familia y un día para celebrar a la educación”, afirmó.
“Niñez es un tiempo en la vida del niño e infancia son aquellos momentos, experiencias que marcan el transitar de ese tiempo. No olvidemos darle infancia a la niñez. No olvidemos ser aquel adulto que hubiéramos querido tener cuando éramos niños y sobre todo que una mirada de amor, puede transformar una vida”, destacó la directora general del programa.