Esta semana, nuestra mujer destacada es la ministra de la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL), Ladislaa Alcaraz, quien desde el 2013 ocupa el cargo. Ella es oriunda de Santa Rosa, departamento de Misiones, y arribó a la capital del país en busca de perfeccionar su formación, en el camino se encontró con quien se convirtió en su marido, Luis Silvero, y con quien celebran 27 años de casados.
En conversación con La Nación, Ladislaa relató que es docente de base y que su primera formación posbachillerato fue la de docente para educación media en el área de idiomática, luego siguió la carrera, llegó a Asunción y estudió la carrera de locución.
“Seguí Licenciatura en Letras en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), me casé y mientras esperaba tener hijos hice una maestría en Lingüística Aplicada con énfasis en Enseñanza de Segunda Lengua y Educación Bilingüe (castellano-guaraní). Los estudios científicos de la lengua me gustan mucho”, confesó.
La ministra contó que después tuvo la oportunidad de ser becada por el Estado paraguayo desde el Ministerio de Educación y fue a estudiar en la Universidad de Viña del Mar, Chile, una maestría en Educación con énfasis en Aprendizaje y Medios.
“Siempre fui más especialista que generalista. Especialista en el área de lengua, literatura, la parte de estudios lingüísticos, literarios, enseñanza de lenguas, por ahí iba mi especialización y también en el ejercicio de la docencia, enseñaba asignatura de esos campos”, agregó.
Ladislaa comentó que la mayor parte del ejercicio docente lo realizó en educación superior, en formación de los docentes del Instituto Superior de Educación (ISE) de aquel entonces, hoy INAES. “También en algunas universidades de nuestro país, públicas y privadas, siempre en las áreas especializadas para la enseñanza de la lengua o metodología de enseñanza de lengua o lingüística, en esa línea. Asesoré trabajos de grados, tesis y tesinas en estas especialidades. Docencia era mi trabajo y un poco de trabajo técnico”, destacó.
ESPOSA Y MADRE, ADEMÁS DE PROFESIONAL
Tiene 2 hijos varones, Cecilio Miguel de 18 años, quien según contó se está preparando para seguir sus estudios posbachillerato, y Gerardo José, de 12 años, quien está cerrando el sexto grado. “Me casé con un asunceno, mi esposo Luis Gerardo, mañana cumplimos 27 años de matrimonio. Es una persona muy buena, también del ámbito de la educación, hoy día jubilado”, precisó.
Ladislaa describió a su marido y a sí misma entre risas: “Él es del mundo de los números, profesor de matemática y física, su especialidad también es la arquitectura. Yo soy del mundo de las palabras, entonces nos complementamos números y letras, formamos el álgebra”.
TRABAJO AL FRENTE DE LA SPL
“Estoy desde el 2013, son 8 años de ejercicio en la SPL”. En cuanto a las líneas de trabajo, dijo que por un lado es una prioridad el fortalecimiento del bilingüismo oficial. “Encontramos una lengua oficial que no es todavía de uso equitativo. Estamos promoviendo el guaraní en virtud a una obligación del Estado, que emana de la Ley de Lenguas 4251″, expuso.
Igualmente, señaló que es un proceso muy paulatino, pero que ya van viendo avances a esta altura. “No es lo que deseamos, porque quisiéramos ver un Paraguay bilingüe, no solo escuchar que lo es. Que no solo sea audible, sino que sea visible y admirado por los extranjeros sobre todo”, añadió Ladislaa.
Nuestra entrevistada refirió además que apuntan a atender la diversidad lingüística del Paraguay. “Principalmente las lenguas indígenas, que son 19 y 6 de ellas están en serio peligro de extinción. En realidad, las 19 lenguas requieren ser fortalecidas. Ahora estamos de cara a un decenio internacional de las lenguas indígenas y con un buen proyecto en Paraguay de concretar una ley que establezca una comisión nacional para el fortalecimiento de las lenguas indígenas, su revalorización, su visibilidad en el Paraguay. Si conseguimos esa ley este año, tendremos un marco de actuación muy importante durante el decenio internacional”, resaltó.