En una publicación en su cuenta de Facebook, el neumólogo Carlos Morínigo, referente del Instituto de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram) y ex ministro de Salud, comentó que después de haber estado varias horas en el quirófano atendiendo a un paciente que había quedado con secuelas del covid-19, le preguntó si estaba vacunado y el hombre le respondió que no, porque con su familia habían decidido no hacerlo, lo que llevó al profesional a escribir que en los hospitales se debería dar prioridad a quienes sí están inmunizados porque son quienes apuestan por la vida.
Mencionó que todo el equipo médico que atiende a una persona no vacunada se expone a contagiarse con el virus y añadió que con sus colegas decidieron atender prioritariamente a quienes están inmunizados porque “nosotros queremos vivir, hay mucha gente que nos necesita aún. Somos personas con familias también”.
No tardó mucho para que los antivacuna reaccionaran con indignación, dedicando todo tipo de ofensas al profesional, quien, como muchos colegas suyos, estuvo al frente de la batalla durante los duros meses en que los altos contagios y las muertes por covid-19 eran diarios.
“Debería dejar de ser doctor, cómo no va a atender a una persona no vacunada. Sos un asesino también”, dijo uno de los internautas. También le acusaron de apoyar el genocidio por defender las vacunas y de ser un asesino de niños, entre otras cuestiones propias de la catarsis de odio que provocan sistemáticamente las redes sociales. Morínigo había posteado: “Hablamos constantemente, sin cansancio, de mirar experiencias de países del primer mundo que en este momento están pasando por una recrudecencia de casos de covid 19 y esto es por dos razones claras y sencillas: la primera el abandono de medidas sanitarias y baratas como el uso obligatorio de tapabocas y… la segunda la negativa de cierto grupo… en aplicarse las dosis de vacuna correspondientes”.