El pasado viernes, un Tribunal de Sen­tencia condenó a 10 años de cárcel a un funcio­nario penitenciario que hace poco más de un año fue des­cubierto intentando meter droga en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este. Las pruebas indican que la intención era vender a los reclusos y hoy se convierte en uno más de ellos.

El caso fue presentado por el fiscal Elvio Aguilera Váz­quez, de la Unidad Especia­lizada en la Lucha contra el Narcotráfico, quien realizó una larga investigación y con varias pruebas de promedio propició que la condena ade­cuada para Martín Marecos Fletes (46) era 10 años de pena privativa de libertad.

El guardiacárcel afrontó el juicio oral y público el pasado viernes 29 de octubre en el Poder Judicial de Ciudad del Este, donde fue hallado cul­pable por los hechos punibles de tenencia sin autorización de sustancias estupefa­cientes y suministro ilícito de sustancias a lugares de detención, según el reporte del ministerio.

Para lograr esta condena la Fiscalía presentó pruebas documentales, testimonia­les y periciales para demos­trar la culpabilidad del acu­sado ante el Tribunal de Sentencia presidido por Her­minio Montiel y conformado por Alba Meza y Marino Méndez, que finalmente lo condenó a 10 años de prisión para pagar la culpa.

El 9 de octubre del 2020, siendo aproximadamente las 8:20, en la cárcel regional de la capital del Alto Paraná, Marecos Feltes se presentó sobre su motoci­cleta y como todo funciona­rio pasó por la inspección de rutina. Durante la misma, el personal de seguridad encon­tró debajo del asiento del biciclo un paquete de polie­tileno sospechoso, cuyo con­teniendo era 768 gramos de marihuana.

“El funcionario peniten­ciario metió las sustancias prohibidas al reclusorio con la aparente finalidad de comercializar dentro de la población penal”, detalla el informe. Tras el hallazgo, los intervinientes comuni­caron el hecho a la Fiscalía especializada y a agentes antinarcóticos de la Policía Nacional.