Una de las vías urba­nas muy caracte­rísticas del centro comercial de Ciudad del Este es su conocida popularmente como “Rotonda Reloj”, sobre la Ruta PY02 en la intercep­ción de la avenida Carlos Antonio López, a solo unos 200 metros de la zona prima­ria. Aunque ya no existe nin­gún reloj allí, sacado del lugar en la década del ‘90, hoy está en curso un proyecto para revalorizar el lugar con un nuevo reloj.

A inicios del año, la Divi­sión Turismo e Historia de la comuna de Ciudad del Este realizó un concurso deno­minado “Íconos CDE” con el objetivo de revalorizar espa­cios e identidad cultural a tra­vés de iconografías, estruc­turas innovadoras y arte urbano. El concurso estuvo dirigido a estudiantes y pro­fesionales jóvenes, con la idea de contar con la colabora­ción de nuevas generaciones para el desarrollo urbanís­tico de la ciudad. El primer lugar a ser intervenido es la Rotonda Reloj, que ya tiene su proyecto ganador y espera su aplicación.

El viejo reloj se encuentra en el Museo El Mensu de la municipalidad.FOTO:DOLLY GALEANO

Ana Salazar, estudiante de arquitectura (UPE), y Ana Mallorquín, alumna de Inge­niería Civil (UNA), fueron las ganadoras del concurso que culminó en mayo pasado. Pasaron tres meses y el pro­yecto ganador depende del presupuesto para ser ejecu­tado. Similar a la anterior estructura, el diseño gana­dor es una escultura de con­creto con el reloj incrustado en ella. Mantiene el hormi­gón como material, así como la anterior estructura consis­tente en tres pilares y el reloj en la punta.

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“El proyecto trató de tener algunas características del antiguo monolito, utilizar los mismos materiales como para que perdure a través del tiempo. La idea fue plasmar una figura humana como abriendo los brazos, tratando de mostrar de manera abs­tracta a la ciudad que abre sus brazos a la gente”, explicó a La Nación Ana Salazar. Ella consideró que el concurso es la oportunidad de aportar al desarrollo urbano.

Ana Mallorquín confirma esa idea y agrega: “nos gustaría que Ciudad del Este también tenga íconos reconocidos a nivel país y que sea agradable a la vista, que la gente quede a sacarse fotos, a mirar, apreciar”.

“Tratamos de representar en el ícono la manera en que la ciudad abre los brazos y recibe a todos, destacando esa cualidad que caracteriza a la ciudadanía de esta región y de este país, su calidez y eso representamos con la forma de abrir los brazos como agasajando a los visitantes. Es volver a tener un punto urbano significativo como era antes”, explicó la futura ingeniera Ana Mallorquín.

Sobre otros lugares que debe­rían tener íconos que reva­loricen los espacios, citó al km 10 de la Ruta PY02, una zona que representa el cre­cimiento sostenido de la ciu­dad hacia esa zona; también la avenida Rafael Barret que va al nuevo Palacio de Jus­ticia, la avenida Julio César Riquelme del barrio Ciudad Nueva, entre otros.

“ÍCONOS CDE” TIENE OTROS LUGARES EN AGENDA

Otros espacios para proyec­tos iconográficos que figu­ran en la agenda de la Divi­sión Turismo e Historia de la comuna son la Plaza de la Paz y el Lago de la República. Para las proyectistas ganadoras, otros espacios que pueden ser revalorizados son el km 10 de la Ruta PY02, zona que repre­senta el crecimiento soste­nido de la ciudad hacia el sec­tor oeste, también la avenida Rafael Barret que va al nuevo Palacio de Justicia y la ave­nida Julio César Riquelme del barrio Ciudad Nueva, entre otros.

RELOJ EN MUSEO EL MENSU

El reloj que identificó al centro de la capital de Alto Paraná posa en el Museo el Mensu, que con el pro­yecto espera ser replicada en la actual rotonda ubicada en el núcleo comercial. En la década del ‘80, durante la administración de Car­los Barreto Sarubbi como intendente de la ciudad, fue instalada una estructura de cemento con tres pilares y un reloj en la punta, en un espa­cio triangular existente entre la rotonda y la intercepción de la avenida San Blas y la ave­nida Carlos A. López.

El reloj fue donado por Casa Monalisa, según su pro­pietario Chari Hammoud. Desde ese tiempo, el lugar pasó a ser conocido como la rotonda reloj. En el año 1996, el reloj ya no funcio­naba y la estructura fue echada, como parte de un reordenamiento vial.

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