Las artesanías hechas por manos paraguayas siempre son muy apreciadas y halagadas en todo el mundo. En especial los tejidos como el ñandutí y el aopo’i, que son elaborados en su mayoría por las delicadas manos de la mujer paraguaya. Muestra de ello es que en un santuario de Turquía quedaron impresionados con el trabajo de Alejandra Brítez.
La mujer, de 78 años, es considerada como la reina de las tejedoras de ñandutí y su trabajo llegó a Turquía gracias a la doctora Celestina Díaz de Valdez, esposa del jefe de misión de Paraguay, quien hizo entrega de un mantel de ñandutí al reverendo padre Roberto Bodea para que pueda lucirlo en el santuario que preside.
El mantel quedará para el altar del santuario de la Casa de la Virgen María, en Efeso, Esmirna, República de Turquía. Los sacerdotes quedaron impresionados y felicitaron a las mujeres tejedoras.
Cabe destacar que para la fabricación del delicado mantel blanco también se contó con la ayuda de Irene Brítez, Angélica, Crecencia y María Luisa Mancuello, y la especial colaboración de la doctora María Elena Villalba, todas de la ciudad de Itauguá. Su terminación les tomó varios meses y se convirtió en una verdadera obra de arte.