La tienda de recuerdos de Chiquitunga, ubi­cada en las inmedia­ciones del convento de las Carmelitas Descalzas, fue blanco de una descuidista. Una persona que se hizo pasar por clienta y devota de la beata llegó hasta el lugar acompañada de una niña pequeña, quien distrajo a la despachante de la tienda, mientras la mujer aprove­chó para alzarse con rosa­rios y objetos que se venden para recaudar recursos que puedan solventar la causa de canonización de la beata María Felicia de Jesús Sacra­mentado.

Personas allegadas a la beata paraguaya lamentan lo ocu­rrido, porque si bien los objetos hurtados no tenían mucho valor, para ellos cada uno son recursos necesarios para recaudar fondos, por lo que rezarán por la mujer, de modo que se arrepienta de lo cometido y los devuelva nue­vamente.

“Cada artículo por más humilde que sea y bajo costo que tenga es importante para juntar los recursos para la causa de canoniza­ción de nuestra querida Chi­quitunga. Con mucho dolor compartimos estas imáge­nes de una sustracción de unos artículos; lo hacemos para que esta persona reca­pacite, y no lo vuelva a hacer en otro lugar”, reza parte de la denuncia hecha por los chiquitungueros a través de redes sociales.

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Lamentable, ni santerías se salvan de los hurtos y la delincuencia. La mujer que iba acompañada no se per­cató de que todo lo que estaba haciendo se estaba filmando a través del circuito cerrado y cargó en su bolso rosarios, imágenes y otros objetos ale­góricos a la devoción a Chi­quitunga.

“Si esto ocurriese en otro lugar, lo más probable es que el precio del producto sea des­contado al funcionario que esté a cargo en ese momento; eso también es injusto. De corazón rezamos por esta persona y también pedimos a todos que lo hagan”, señala en otra parte del posteo.

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