La Dra. Ana Gómez realizará un estudio sobre los componentes de venenos de las serpientes jarara (Bothrops spp) y mbói chini (Crotalus spp) y su potencial aplicación en la farmacología experimental contra el mal de chagas y la leishmaniasis. Gómez es una investigadora repatriada a través del Programa de Repatriación y Radicación de Investigadores del Exterior en el Paraguay del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que desarrolla su línea de investigación en el Centro para el Desarrollo de la Investigación Científica (Cedic).

-¿En qué consiste el proyecto que lleva a cabo?

-El mal de chagas y la leishmaniasis son enfermedades desatendidas y América Latina, representa una de las regiones más afectadas. Los tratamientos tienen diversas limitaciones, por lo que la búsqueda de terapias alternativas y/o complementarias es de extrema importancia. Nuestro grupo y diversos otros a nivel mundial abordan la búsqueda de moléculas con potencial antiparasitario a partir de la biodiversidad y los resultados informados son prometedores. En este aspecto los venenos de serpientes son considerados como una alternativa debido al amplio espectro de efectos biológicos ya descritos.

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Las serpientes de la familia Viperidae, a la cual pertenecen los géneros incluidos en este estudio, tienen glándulas salivales especializadas productoras de veneno, compuesto por una mezcla de proteínas con una amplia variedad de efectos farmacológicos. El conocimiento sobre los efectos y la composición de estos venenos representa una herramienta importante para una mejor comprensión de las manifestaciones clínicas del envenenamiento por mordedura de serpientes, así como también las posibles aplicaciones biotecnológicas de estos componentes.

Este trabajo tiene como objetivo fraccionar venenos de los géneros Bothrops spp. y Crotalus spp., realizar una caracterización físico-química parcial y evaluar su actividad antiparasitaria contra Leishmania spp. y Trypanosoma cruzi, así como su potencial citotóxico sobre dos linajes de células de mamíferos.

-¿Qué avances o resultados tiene hasta el momento la investigación?

-Fue posible fraccionar el veneno de 5 especies y determinar características bioquímicas de los componentes, lo cual es interesante e innovador a nivel de conocimiento generado en el área de venenos de serpientes, un área poco estudiada en el país. Posteriormente, fue determinado el potencial antiparasitario del veneno y sus componentes contra Leishmania infantum y Trypanosoma cruzi y además fue evaluada la toxicidad en células de mamíferos. Estas actividades fueron realizadas en colaboración con la Fiocruz de Rondônia (Brasil), instituto con el cual colaboramos desde el 2013. Como aportes de producción científica durante este período podemos citar el libro titulado “Handbook of Venoms and Toxins of Reptiles, 2nd ed”, que cuenta con un capítulo del cual soy autora principal. En el mencionado material participan varios investigadores que son referencia a nivel mundial en el área de toxinas.

Por otra parte, publicamos el estudio titulado “Antileishmanial activity evaluation of a natural amide and its synthetic analogs against Leishmania (V.) braziliensis: an integrated approach in vitro and in silico”, en el cual soy coautora. Esto fomenta la integración y motiva la continuidad e inicio de nuevas redes de trabajo.

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