Trabajadores sexuales trans­géneros se dedicaban también a la extorsión de sus clientes luego del acto sexual. El modus operandi de la banda de sextor­sionadores era grabar el acto sexual con sus clientes para luego de cobrar por el servi­cio, mostrárselo y pedirle al cliente todo el dinero que trae encima a cambio del silencio y poder salir de la casa de citas, porque además de la extorsión también eran privados de su libertad.

Ante el temor, muchas perso­nas fueron víctimas de esta red de sextorsionadores transgé­neros aunque no se sabe la can­tidad exacta, pero un agente de la Policía Nacional se infiltró, se hizo pasar por cliente y la banda fue desbaratada ayer en el marco de un operativo, tras investigaciones.

“Utilizaban plataformas de encuentros de citas por inter­net donde las personas toman contacto con las escorts o tra­vestis y a partir de ahí se da el encuentro. Se les dice un lugar, generalmente utiliza­ban domicilios en Ñemby, en Lambaré, inmediaciones del Mercado N° 4, y este domici­lio (lugar del operativo). Era muy difícil llegar a ellos por­que realizaban el acto y desa­parecían hasta volver a hacer”, señaló Jorge Olmedo, subjefe de Antisecuestro de la Policía Nacional, quien encabezó el operativo.

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El operativo de desbarata­miento de la red fue posi­ble mediante la denuncia de algunas víctimas que deci­dieron no callar este hecho punible de sextorsión y secuestro exprés.

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