”La amistad es el único sentimiento capaz de unir por encima de las diferencias políticas, religiosas e ideológicas”, dijo alguna vez don Artemio Bracho. Ayer, penosamente, según confirmaron en su cuenta de Facebook sus familiares, el fundador de la Cruzada Mundial de la Amistad e ideólogo del Día Internacional de la Amistad falleció a la madrugada a los 96 años en el Hospital Militar, donde se encontraba internado hace unos días.
Fue velado en el salón Futuro, complejo San Martín (San Martín esquina Sucre) desde las 10:00. Sus familiares indicaron que su muerte se dio tres días después de que su esposa Nélida Aquino de Bracho haya fallecido. El hombre que impulsó el Día de la Amistad, Ramón Artemio Bracho, nació en Quiindy, departamento de Paraguarí, el 8 de octubre de 1924, era hijo del capitán Narciso Bracho y de Teresa Jesús Arbo. Formó su familia en 1952 cuando se casó con la doctora Nélida Aquino.
Durante 15 años ambos ejercieron la medicina rural en el Chaco paraguayo, dando atención médica en Puerto Casado y Puerto Pinasco, tiempo en el que el doctor Bracho ejerció la dirección de la Unidad Sanitaria del Instituto de Previsión Social (IPS).
La idea de crear el Día de la Amistad surgió durante una cena con su grupo de amigos en Puerto Pinasco, departamento de Presidente Hayes. La celebración del Día Internacional de la Amistad se realiza el 30 de julio, fecha promulgada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Igualmente, desde 1971 hasta 1998 ejerció como médico militar en el Ministerio de Defensa Nacional y en el Hospital Militar Central, habiéndose retirado como coronel.
CRUZADA DE LA AMISTAD
Los primeros festejos de la amistad se realizaron del 21 al 27 de julio de 1958, con toda la comunidad de Puerto Pinasco, buscando ya trasladar el acontecimiento hasta Asunción, Concepción, Puerto Sastre y Puerto Casado. Al año siguiente, la Semana de la Amistad, con una modificación, pasó a celebrarse del 24 al 30 de julio, y cerrar los actos el 30 de julio como Día de la Amistad.
El emblema de la cruzada es un mapa mundial diseñado en dos porciones, unidas en forma de circunferencias y sostenidas por un par de manos, entrelazadas que abarcan el grabado, y el diseño lleva estampado el lema del movimiento: “Por un mundo mejor y más humano”. “La institución propugna bregar por una dignificación creciente de la persona humana y por un acercamiento y comprensión entre los hombres sin distinción de clases, de bandería política y religiosa”, explicó su fundador.
A tres años del inicio, la Cruzada ya era conocida internacionalmente por su trabajo al frente de la celebración de la Semana Panamericana de la Amistad. En 1968, tras una Asamblea Extraordinaria que se llevó a cabo en los salones del Unión Club, la institución pasó a llamarse Cruzada Mundial de la Amistad.