En las últimas semanas se registró un aumento de casos de infecciones respiratorias graves o agudas vinculadas al virus sincitial respiratorio (VSR), que aqueja principalmente a niños menores de 5 años. Esta afección compromete las vías nasales, los bronquios y los pulmones, principalmente. El período que concentra el mayor número de casos se inicia a fines del mes de mayo, extendiéndose hasta el final de agosto, comentó en comunicación con La Nación, la doctora María Esther Gómez, pediatra y neonatóloga.
“La prematurez es un factor de riesgo alto, en los niños con edad gestacional inferior a 34 semanas y prematuros menores de seis meses al momento de la infección. Este es un virus que siempre existió, más en la época de otoño e invierno por ser la época de mayor circulación viral del año. En menores de dos años más fuerte ataca el cuadro a los bronquios, lo que produce bronquilitis en estos pacientes; son un grupo muy vulnerable, ya que su sistema inmunológico está muy bajo; entonces, tienen mayor predisposición a estas afecciones”, comentó.
Es importante recordar que las infecciones respiratorias se trasmiten por gotitas de saliva y duran aproximadamente 6 días. La Dra. Gómez indicó que en nuestro país, el tratamiento para la prevención del VSR se realiza con un anticuerpo monoclonal llamado palivizumab, un fármaco biotecnológico, que hace que disminuya el contagio grave del virus sincitial respiratorio. “Para una inmunoprofilaxis segura, las dosis recomendadas van de 3 a 5. A la fecha ya se han aplicado las tres primeras dosis del esquema a los niños que forman parte del programa de inmunización”, comentó.
Cabe resaltar que a diferencia del año pasado, que no se registraron casos graves, debido a la cuarentena total, este año ya se incrementaron los casos con el levantamiento de las medidas sanitarias, refirió.
La doctora Gómez insta a los padres a cumplir con los programas de inmunizaciones contra esta y otras patologías estacionales como la influenza; pide mantener el hábito del lavado de manos, desinfección de superficies y juguetes, evitar visitas, evitar humo de cigarrillos y sobre todo no automedicar a los niños.