Una de las redacciones más geniales del periodismo paraguayo. Así lo recuerdan quienes disfrutaron y se emocionaron con sus diferentes notas e historias. Mario Rubén Velázquez fue (cuesta decirlo) un profesional de alto nivel y de una ilustración poco común. Pero además de sus cualidades de excelente periodista con un manejo del idioma y capacidad extraordinaria para abarcar temas muy diferentes en sus notas y reportajes, fue un excelente ser humano, lo que le regaló una nutrida cantidad de amigos y amigas dentro y fuera de las redacciones en las que trabajó. En la redacción de La Nación, hoy reina un gran silencio, un sentimiento de tristeza muy profundo porque Mario Rubén era una persona con la que era imposible no comunicarse y disfrutar aunque sea en un pasillo, de una amena conversación y con su alegría y humor a prueba de todo. El velatorio se realiza en San Blas (Mcal. López c/ Perú), hoy de 7:00 a 9:00, informó su familia.
UN LUJO
Para todos los que compartimos una redacción con él, es una enorme pérdida ya que era joven aún, entregaba para el disfrute de los lectores excelentes notas y reportajes. Últimamente su tarea estaba generalmente enfocada a una serie de más de veinte entregas la “Historia del Rock Paraguayo”, una valiosa colección de notas dedicadas a mostrarnos por primera vez, de forma tan sistemática y profunda a los artistas, grupos y figuras de esa expresión musical única, con rigor profesional pero siempre bañados de un gran conocimiento del tema y una cercanía y calidez que daban brillo a sus entregas semanales en el Gran Domingo de La Nación.
Pero no solo La Nación está de luto, el periodismo pierde a una de las plumas más brillantes que durante décadas deleitó a los lectores más exigentes con su peculiar y único estilo. En horas de la tarde de ayer partió a la otra orilla el popular “Pototo” Mario Rubén Velázquez, quien desde hace poco más de un mes estaba internado en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social por complicaciones de la diabetes, aunque estando internado se contagió de covid-19. Aunque había superado el coronavirus y fue trasladado de UTI a terapia intermedia hace poco más de 15 días, su salud nuevamente se complicó; hoy no aguantó y falleció.
Todos quienes conocieron a Mario Rubén coinciden en que era un gran periodista y muy buena persona. Trabajó en otros medios como Abc, Noticias El Diario, Hoy, y en los últimos 26 años enriqueció las páginas de los medios del Grupo Nación, Crónica y La Nación con notas únicas de quienes aman un buen reportaje.
“Se nos fue Mario Rubén Velázquez. Una de las redacciones más geniales del periodismo paraguayo. Una gran personalidad, un ilustrado como pocos y un tipo que supo hacer buenos amigos. Nos dejó, antes de irse, una maravillosa antología del rock paraguayo en El Gran Domingo. Hasta siempre Mario Rubén”, dijo el director periodístico del Grupo Nación/ Multimedia, Augusto dos Santos. “Yo destaco su gentileza como compañero, siempre existió un trato cordial cuando nos cruzábamos en los pasillos de la redacción o al consultar sobre algunas informaciones”, lo recuerda Juan Marcelo Pereira, mientras que Antonia Arroyo recordó que siempre la llamaba ¡Flaca!
El periodista Gustavo Fretes lo recordó por su apodo “Pototo”, mientras que Graciela Ávalos lo calificó como un gran maestro de las letras dentro del periodismo paraguayo. Sin dudas, queda un gran vacío.
Su colega Martín Villagra mencionó que el momento de esplendor de Mario Rubén coincidió con sus inicios en el periodismo. “Son tremendos los recuerdos de sus pasos por Abc, Noticias, La Nación y Crónica. Periodista increíblemente talentoso y muy buena gente. Descansa en paz, Mario Rubén Velázquez. Fue un privilegio conocerte”, escribió.