Un punto importante a tener en cuenta es que no todas las mascarillas son iguales ni protegen de la misma manera. Desde la dirección de Vigilancia de la Salud señalan que la mascarilla de tela lavable proporciona hasta un 50% de protección y la quirúrgica más del 80%.
Aseguran que el propósito de la mascarilla es impedir que las gotas respiratorias lleguen a otros, convirtiéndose en una barrera de protección contra el covid-19. Esta protección se logra cuando la mascarilla es colocada correctamente cubriendo la nariz, la boca y el mentón. Para potenciar su eficacia, debe complementarse con la distancia física, lavado de manos y ambientes ventilados.
Señalan que la mascarilla quirúrgica posee una alta filtración para reducir la propagación de gotitas respiratorias y partículas pequeñas, el doble que la de tela lavable, debido al material impermeable y a sus múltiples capas que impiden que el virus de la persona infectada traspase la mascarilla y contagie a la persona sana.
En este sentido, explicaron que este tipo de mascarilla debe utilizarse al acudir a entornos hospitalarios, sea en calidad de paciente o como acompañante. La misma recomendación es para los trabajadores de salud, de blanco y administrativos.