El infectólogo Tomás Mateo Balmelli dijo ayer que se debe evitar que la gente llegue a los hos­pitales y que la única manera de lograrlo es mediante la pre­vención.

“La única manera de que sal­gamos de esta pandemia es que todos juntos nos vacune­mos en forma masiva. Hay que evitar que la gente llegue a los hospitales y la única manera es previniendo, y se previene a través de la educación y a tra­vés de vacunas”, apuntó. Sos­tuvo que no importa cuándo se hicieron las vacunas ni en cuánto tiempo, ya que lo importante es que tienen un gran impacto en cuanto a efectividad. Insistió en la necesidad de una inmuniza­ción masiva a nivel mundial para vencer a la pandemia del covid-19.

Mateo Balmelli indicó que se debe exigir a las autorida­des del Gobierno la llegada de vacunas de forma inme­diata. Pese a la gran cantidad de gente que está falleciendo, según el reporte del Minis­terio de Salud, el infectólogo advirtió que hay un subregis­tro importante del virus por­que mucha gente ni siquiera está acudiendo a los centros asistenciales.

“La gente no es que está muriendo en las terapias, ya no llega a las terapias, en el interior del país mucha gente muere en sus casas. Estas cifras de muerte que nos da el Ministerio de Salud son las que se reportan en los hospi­tales, pero hay mucha gente que no muere en hospitales y a lo mejor desconoce que es de coronavirus”, agregó.

Para el especialista, antes fallecían los adultos mayo­res, pero actualmente hay más gente joven infectada y aumenta la cantidad de dece­sos en esta franja etaria, y sos­tuvo que debe ser un llamado de atención a las autoridades sanitarias porque la situación es preocupante.

La transmisión vía aérea se produce a través de micro­partículas y aerosoles que se transportan varios metros y permanecen en el aire. Para reducir el riesgo de conta­gio es fundamental el uso de tapabocas, lo que debe com­plementarse con ventilación de ambientes y distancia física.

Cuando una persona infec­tada con el virus SARS-CoV-2 habla, grita, tose o estornuda emite muchas partículas de diferentes tamaños, algunas caen al suelo o en superficies, y las más pequeñas pueden transportarse varios metros y permanecer en el aire por períodos prolongados. Estas microgotas o micropartícu­las respiratorias ingresan al organismo cuando la persona sin tapaboca las inhala, pro­duciéndose de esta manera la infección por covid-19.