La Policía Nacional procedió ayer de madrugada a despejar a un total de 150 personas aglomeradas en un local nocturno en la ciudad de Capiatá. La Fiscalía convocó al propietario para indagar al respecto. En las inmediaciones se realizaban, además, carreras ilegales de motocicletas y automóviles.
El hecho ocurrió a las 3:03 en un local nocturno denominado El Escobero, ubicado en el km 21 de la Ruta Nacional PY02, de Capiatá. Agentes policiales de la Comisaría 59, Toledo Cañada, acudieron respondiendo a una llamada telefónica que denunciaba una supuesta fiesta clandestina en plena vigencia de las medidas sanitarias emanadas por el Gobierno para intentar frenar los contagios del covid-19.
Los uniformados irrumpieron en el lugar y sorprendieron a la multitud hacinada, consumiendo bebidas alcohólicas, sin tapabocas y escuchando música a alto volumen.
Los presentes, al percatarse de la presencia de los agentes de seguridad, procedieron a abandonar raudamente el predio. De las inmediaciones también fueron despejadas un total de 30 motocicletas y 10 vehículos, que participaban igualmente de carreras ilegales en medio de la ruta.
EL PROPIETARIO
Con relación a la fiesta clandestina realizada en Capiatá, la fiscala Carolina Martínez abrió una causa penal de investigación contra el organizador y propietario del local por violación de las medidas sanitarias.
Desde el Ministerio Público informaron que el organizador del evento fue identificado como Éver Nicolás Garay Ocampos, quien ya ha sido convocado para prestar declaración indagatoria en sede fiscal.
El actual decreto presidencial sobre las medidas para paliar el impacto del coronavirus en territorio nacional prevé la habilitación y funcionamiento de locales nocturnos, pero en modalidad de bar, con mesas con sillas en espacios delimitados y con límite de cantidad de personas. Estos predios pueden funcionar hasta las 23:59 y tienen terminantemente prohibido habilitar pistas de baile. El uso de tapabocas es obligatorio de forma intermitente.