Con una imagen muy distinta a años anteriores se vivió el segundo día del novenario de la Virgen de Caacupé, ya que la misa se realiza a puertas cerradas y un pequeño grupo de fieles apostado en la explanada de la Basílica. En la ocasión, el tema central se refirió a que “el Espíritu Santo consagra en la unidad a cuantos participan en la eucaristía”, y que la corrupción se agarra del covid-19 para hacer lo suyo, ese fue el mensaje en el segundo día.
La misa estuvo presidida por monseñor Ricardo Valenzuela y la prédica estuvo a cargo del Rvdo. P. Miguel Fritz, de Oblatos de María Inmaculada. Instaron además a tener siempre presente las medidas sanitarias. El evangelio presentado ayer habló acerca de tener cuidado y estar prevenidos. En su homilía, el sacerdote Miguel Fritz dijo que es cierto que estos tapabocas nos tapan la mitad de la cara, pero eso hace que con más atención nos miremos a los ojos, que estemos atentos al otro, veamos la corrupción que es como un virus social.
“Cuánta gente ahora está sin trabajo y muchos sin recibir ninguna indemnización, cuando la gente trabaja y al final no recibe nada o solamente una propina. Es una lástima que la mayoría de los políticos jamás se van a enterar siquiera de esta encíclica que podría llegar a ser un manual excelente para el político, sobre todo en el capítulo quinto. De todas las cosas que el covid-19 nos muestra es que delante de él somos todos iguales, todos podemos enfermarnos y nos enseña también de estar atentos a lo pequeño, a lo minúsculo y hasta lo invisible”, expuso.
Si bien es cierto que con el coronavirus se impide el abrazo y dar la mano, pero la paz nos llega si la deseamos al hermano “que con ella nos llegue también la alegría, el ánimo, sobre todo en estos tiempos tan diferentes y también a personas tan diferentes y diversas como somos nosotros, pero que tenemos un mismo padre”, puntualizó.
EJECUTIVO PROMULGA DECRETO
El Poder Ejecutivo promulgó ayer el decreto N° 4410 que establece las medidas ampliadas a ser aplicadas en la ciudad de Caacupé durante el novenario a la Virgen, a fin de evitar la aglomeración de personas en las inmediaciones de la Basílica y también del Tupãsy Ykua.
Según señala el documento, los comercios no esenciales y los locales gastronómicos que no estén contemplados en el decreto reglamentario no podrán operar a partir del próximo 4 de diciembre en un perímetro de tres cuadras a la redonda de la Basílica de Caacupé y del “Tupãsy Ykua”.
Igualmente, los niños menores de 12 años y los adultos mayores de 60 años no podrán ingresar a las plazas o espacios públicos de las inmediaciones de la Basílica y el Tupãsy Ykua. La disposición establece que el cumplimiento de estas medidas estará a cargo de la Policía Nacional en conjunto con funcionarios de la Municipalidad de Caacupé.