El domingo concluyó otra intensa y maratónica jornada de expediciones de la comitiva que acompaña las mediciones de los árboles más grandes del país en el marco del concurso Colosos de la Tierra, encarado por la organización A Todo Pulmón Paraguay Respira. A la fecha, son 10 en total los colosos cuyos parámetros físicos fueron registrados por el grupo de expertos que acompaña el trayecto.
Del jueves 29 al sábado 31 de octubre se llevó a cabo la primera de las 3 expediciones de Colosos de la Tierra, el concurso que premia a los árboles más grandes del país. En este viaje se midieron los 6 finalistas del Chaco. La segunda expedición arrancó a tempranas horas del domingo, iniciando con un majestuoso timbo de una altura impactante y de notable imponencia ante los ojos de los partícipes, el cual se ubica dentro del Carlos Franco Country Club de Arroyos y Esteros, departamento de Cordillera.
La comitiva sólo paró algunos minutos para recargar energías y retomar rumbo con destino al distrito de Ybyrakua, distante a 30 kilómetros de Santaní, departamento de San Pedro. En esta locación se ubica la estancia Kurusumi, propiedad de una familia que decidió optar por el ambiente y cuidar los bosques en sus 1.100 hectáreas de extensión, en donde se ubican varios colosos.
En esta ocasión, los propietarios del establecimiento ganadero postularon dos de sus árboles más grandes, un yvyrapytã y un tajy. El primero fue descubierto hace poco dentro de un espeso bosque, según comentó uno de los miembros de la familia. El árbol se caracteriza por un tronco ancho pero ya hueco. Esto no significa que ya no tiene vida, sino todo lo contrario. El árbol posee la particularidad que tiene un ecosistema donde se erige otro ecosistema; es decir, dentro del mismo árbol conviven varias especies de insectos y de otras plantas que crecen a su paso, hasta llegar a la copa del mismo en busca de luz solar.
El segundo, un tajy que se impone sobre el resto por el tamaño de su copa así como su distancia del suelo, pintando un panorama único para la visual de los amantes de la naturaleza. La jornada terminó en el distrito de Capiibary, también departamento de San Pedro, donde la comitiva llegó hasta otro tajy, pero que por sus características dejó boquiabierta a los miembros de la expedición.