Migraciones concretó ayer la expulsión del brasileño Fabrício Santos da Silva (37 años), alias Guri o Nené, sindicado como el jefe de la organización criminal “Os Manos” de Río Grande Do Sul, Brasil. El criminal tiene condenas por 70 años en su país, ligadas al tráfico de drogas, homicidios, asaltos y otros delitos y tendría el apoyo de la organización criminal PCC.
Había sido capturado por agentes de la Secretaría Antidrogas (Senad) tras un procedimiento realizado en Hernandarias, Alto Paraná.
“Gurí” había ingresado de manera clandestina al territorio nacional tras fugarse de su país en el mes de junio, según datos manejados por las autoridades intervinientes.
El procedimiento de expulsión y posterior entrega a las autoridades de la Policía Federal Brasileña, realizó en el Puesto de Control Migratorio del Puente de la Amistad, en Ciudad del Este.
Es acusado de la excavación de un túnel por el que pretendían fugarse 200 presos en la Prisión Central en 2017. Eso le valió su traslado temporal a una prisión federal.
En marzo de este año fue beneficiado con arresto domiciliario ante el riesgo de contagiarse con covid-19, que se comprometió a cumplir en su vivienda, pero destruyó la tobillera electrónica y se trasladó a Paraguay.
“Huyó y se refugió en nuestro país y esta persona no es precisamente un ganador del Premio Nobel de la Paz. Él lideraba una organización denominada ‘Os Manos’ hacia Río Grande Do Sul. Tiene cierta relación con el PCC”, expresó Arnaldo Giuzzio, ministro de la Senad.
“Guri” se encontraba viviendo en Paraguay desde junio aproximadamente, según las investigaciones. El hombre estaba en compañía de un paraguayo identificado como Francisco Luis Brítez, quien sería su secretario y había sido detenido en el 2003 con cocaína en el barrio San Isidro de Lambaré.