Ciudad del Este. Corresponsal.
Camioneros realizan una manifestación de protesta sobre la ruta PY02 en las cercanías de la zona primaria del Puente de la Amistad, con la exigencia de que sean habilitados el paso de camiones pequeños que realizan despachos menores de mercaderías traídas de Brasil. Ayer a las 13:30 cerraron ambas vías por media hora generando una larga fila de camiones sobre la ruta internacional en el centro de Ciudad del Este.
“Queremos trabajar. No somos contrabandistas”, dice uno carteles instalados por uno de los camiones. Los camioneros acusaron al Gobierno de discriminar ya que los grandes camiones no estuvieron parados en ningún momento, pero a los pequeños despachos que llegan a la frontera en camioncitos son prohibidos.
“Estuvimos reunidos en la Gobernación, no nos dieron respuesta a nuestro reclamo, necesitamos trabajar para el sustento diario”, dijo Roberto Almirón, presidente de la Federación de Transportistas Autónomos del Paraguay, uno de los gremios convocantes de la manifestación junto a la Asociación de Transportistas de Cargas Internacionales de Ciudad del Este.
Consultado sobre las medidas económicas que puedan paliar la situación de paralización del sector en vez del paso fronterizo, Almirón afirmó que “es una gran historia todos los días del Gobierno, ya van a ser noventa días que esperamos, queremos trabajar, ya pasó demasiado tiempo”. Agregó que exigen igualdad de trato ya que a los camiones de gran porte nunca se les paralizó durante la emergencia sanitaria, pero sí a los pequeños que realizan despachos menores.
El dirigente informó que tomaron la determinación después de reunirse ayer, a la mañana, con el gobernador de Alto Paraná, Roberto González Vaesken, sin que surja de nuevo alguna solución para el reclamo del gremio, según Almirón. “Preferimos morir de covid-19 que de hambre”, respondió el camionero ante la consulta si tienen en cuenta las restricciones existentes en la frontera por la situación que se vive en Brasil en cuanto a la cantidad contagios. Insistió en que los transportistas cumplen con todo el protocolo sanitario, pero que sus familias dependen de ese trabajo y “del Gobierno ya no podemos esperar nada”.