Los tres conceptos que se deben incorporar al modo coronavirus de vivir como el distanciamiento de dos metros entre personas, el uso de tapabocas y el lavado frecuente y correcto de manos tendrán un impacto importante en el avance o no de las fases de flexibilización de la cuarentena, ya que caso contrario se deberá retroceder en el proceso.
El modo coronavirus de vivir debe ser implementado por la población que formará parte de los grupos liberados en la primera fase de la flexibilización de la cuarentena que se inicia el próximo 4 de mayo y estas prácticas higiénicas y de cuidado ya tienen un 50% de impacto positivo desde el inicio de la pandemia, afirmó el doctor Guillermo Sequera, director de Vigilancia de la Salud.
Aclaró que si los indicadores se disparan durante la flexibilización se deberá retroceder y no se podrá avanzar en las fases previstas. “Estamos en la fase en que tenemos que ser más inteligentes en la gestión de la cuarentena que si no lo hacemos también nos puede hacer daño porque desde el punto de vista de salud, por ejemplo, vemos que hay atraso en otro tipo de atenciones en los servicios y eso también puede tener su impacto”, agregó en contacto con Universo 970.
Afirmó que gran parte de la población ya tiene incorporada la importancia del distanciamiento de dos metros entre personas, el uso de tapabocas y el lavado frecuente y correcto de manos, los tres elementos indispensables del modo coronavirus que debe cumplirse para que tenga éxito.
“Esa distancia de dos metros la mido abriendo ambos brazos y tiene que ser también en mi lugar de trabajo y si es un lugar cerrado con gente me obliga a usar tapabocas y el lavado de manos tiene un impacto gigante en todo esto, además de no compartir utensilios”, señaló.
Sequera destacó que si bien no todos, una gran parte de la población tiene incorporado el chip con estas medidas sanitarias y que inclusive el tereré ya mucha gente dejó de compartir.