“Trabajaba en una empresa de confecciones en San Pablo, se cerró y no tenía como mantenerme”, dijo el joven Édgar A., un ciudadano paraguayo de 25 años, desde el Puente de la Amistad donde, ya lleva junto a otros connacionales dos noches, esperando la autorización para cruzar a territorio paraguayo.
“Desde el sábado estamos muchos acá, hace demasiado frío, algunos tienen apenas una camperita, pedimos auxilio para no pasar una noche más aquí en el puente”, remarcó el paraguayo a La Nación. Es la misma realidad de la mayoría de los compatriotas que llegaron en las últimas semanas hasta la frontera, procedente, sobre todo, de San Pablo, Brasil.
El último reporte de la Armada Paraguaya en el Puente de la Amistad indicó que están 166 personas en el paso fronterizo. Édgar A. dijo que ya están como 200 personas, aproximadamente, en el puente.
En Alto Paraná se reactivaron tres albergues para los que ingresaron al país por el Puente de la Amistad. En un galpón de la Zona Franca Global están 138 personas, en el Polideportivo Takuru Puku de Hernandarias están 60 personas y el Centro Diocesano del Obispado fue reabierto y están allí 49 personas, mujeres y niños, especialmente.
En el caso del albergue en la Zona Franca Global, se informó que es transitorio hasta que se encuentren otros lugares donde llevar a las personas a completar la cuarentena. Mientras eso ocurre existe un pedido de donativos de insumos para los que están allí como, por ejemplo, pañales para niños, productos de limpieza e incluso alimentos para que la misma gente elabore para su comida. Colchones y frazadas que les faltaba ya recibieron como donaciones. En el transcurso de anoche o en la fecha se habilitaría otro albergue en esta región del país.