La Secretaría Antidrogas (Senad) puso ayer a disposición del Ministerio de Salud Pública un horno pirolítico ubicado en Villa Hayes para la eventual cremación de fallecidos por COVID-19, en caso que se presente el peor escenario en el país. Sin embargo, el forense Pablo Lemir manifestó que este crematorio no está en condiciones debido a la capacidad limitada para la posible utilización en casos de cremación. El horno pirolítico tiene características para quemar basura patológica, señaló.
“La suma de todos mis miedos es por encima de los 10.000 muertos. Dios no quiera”, expresó Lemir, médico del Ministerio Público. “Lamentablemente a una parte del grupo nos toca ver el escenario que nadie quiere, el escenario de muerte masiva. En ese contexto se están viendo distintas opciones. Se sabe que una de las opciones es cremar los cuerpos, pero una sola empresa privada realiza”, expresó Lemir, en contacto con la 970 AM.
Señaló que deba existir 40 centímetros entre un cuerpo y otro, ya que no deben ir todos encimados para que luego los familiares puedan visitar las tumbas y hasta contar con la posibilidad de trasladarlos a otro lugar. “La cremación no es primera opción. En caso de muertes masivas se utilizarán fosas comunes que también tienen su forma de hacer. Hay una profundidad, tiene que tener una distancia y un tamaño adecuado. Para que posteriormente la gente sepa donde está su familiar y poder ir después de pasado un tiempo para llevar una rosa”, explicó. Indicó que el paciente que fallece por COVID-19 será enterrado con la totalidad de los tubos y sábanas utilizadas en la internación.