Los obispos de la Igle­sia Católica de Para­guay remitieron una carta a los fieles en la cual disponen respetar las medi­das sanitarias dispuestas por el Gobierno para contrarres­tar el brote del coronavirus en el país, que prohíben la rea­lización de actividades que impliquen la concentración de mucha gente hasta el 25 de este mes.

“Sería negligente e impru­dente no disponer acciones oportunas y necesarias, con­siderando la agresividad del COVID-19, la vulnerabilidad de un sector importante de la población y la escasez de recursos hospitalarios para dar asistencia respiratoria con el tratamiento adecuado a una población numerosa”, expresan los religiosos.

Tras estas consideraciones señalan que las catequesis, las jornadas, los retiros, los campamentos y otros encuen­tros y celebraciones litúrgicas que impliquen la reunión de muchas personas deben ser calendarizados para más ade­lante. Los fieles quedan dis­pensados del precepto domi­nical de los domingos 15 y 22 de marzo.

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Con respecto a las celebracio­nes eucarísticas, señalan que las mismas podrán ser acom­pañadas a través de las redes y los medios de comunicación, sin necesidad de acudir a los lugares de culto. Los sacerdo­tes celebrarán con asistencia reducida por las intenciones de los fieles y por la salud, sos­tienen.

“Las bodas que puedan ser postergadas pedimos que se agenden en la fecha más próxima posible, atendiendo a los novios con mucho res­peto y caridad, frente a un acontecimiento tan feliz de sus vidas. De no ser posible, pedimos que se celebren con un grupo reducido de perso­nas”, recomiendan también los obispos.

Igualmente, hacen mención a la visita a los enfermos, la unción y el viático, los cua­les deben ser administra­dos diligentemente, según el requerimiento de los fieles, atendiendo a las medidas de higiene que se requieran.

El sacramento de la peniten­cia puede ser solicitado en forma personal y la comu­nión, si algún fiel necesita por alguna situación, podrá ser solicitada en forma indi­vidual.

“La prevención y los esfuerzos por paliar la difusión de esta afección son una prioridad. La prevención debe hacerse a tiempo y con medidas que, aunque parezcan inquietan­tes, son necesarias para que sean efectivas”, aseguran los pastores de la Iglesia Católica de Paraguay.

CUARESMA

Agregan que en este tiempo de Cuaresma, el brote del coronavirus en el país debe ser recibido “como una invi­tación de Dios, para preparar­nos a la gran fiesta de la vida, la Pascua, volviendo a reno­var nuestro bautismo en la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Invitamos al ayuno y la abs­tinencia, en su práctica habi­tual. Exhortamos a la conver­sión, evitando comentarios pesimistas, informaciones falsas, alarmistas y difaman­tes”, manifiestan finalmente en la carta dirigida a todos los fieles católicos del país.

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