Tras los espectaculares allanamientos del domingo pasado, se pudo determinar que el Primer Comando de Capital (PCC) estaría detrás del crimen del periodista Leo Veras, que fuera acribillado a balazos frente a su familia en una humilde vivienda de Pedro Juan Caballero el 12 de febrero pasado.
El comisario Gilberto Fleitas comentó ayer que el PCC “terceriza” la contratación de sicarios y que se pudo determinar que una de las armas que se usaron en el asesinato de Veras, ya había sido utilizada en otras 7 ejecuciones. Esto habría surgido de estudios técnicos y del intercambio de informaciones con la policía del Brasil.
Encontrar la camioneta Jeep Renegade blanca que trasladó a los sicarios fue clave en la investigación. Así se pudo dar con estos 9 sospechosos que son parte del equipo de “Minotauro”, Sergio de Arruga Quintiliano Neto, su nombre en los papeles, preso en el Brasil. También responden a sus segundo, “Ryguasu”, Ederson Salinas Benítez, también preso; y a “Aguacate”, Marcio Sánchez, peligroso y violento, que permanece en libertad.
El asesino habría sido “Cachorrão”, Waldemar Pereira Rivas, que permanece prófugo. Veras habría pasado algún dato a la policía brasileña que perjudicaba a Ryguasu, según las fuentes policiales y eso selló su suerte.
La camioneta se encontró en una de las cuatro propiedades que tiene “Cachorrão” en Pedro Juan que la Policía allanó el sábado por la noche, donde también atrapó a su hermana Cintya Raquel Pereira de Leite, prófuga de la justicia brasileña, donde debe purgar una condena de 17 años. La mujer sería expulsada en breve y se sospecha que era la que manejó la Jeep hasta la casa de Veras.
Fleitas recordó que en el país se tienen 500 soldados presos del PCC y que muchos de ellos escaparon entre los 75 que protagonizaron la escandalosa fuga del penal de Pedro Juan Caballero en enero pasado.
El fiscal Marcelo Pecci, uno de los destacados por el Ministerio Público para atender el caso, comentó de la preocupación de las autoridades brasileñas por el avance del crimen organizado en la frontera. “Tenemos que reconocer que estamos ante un problema grave”, apuntó el agente para destacar que “ejercer el periodismo aquí es un verdadero apostolado”.