Según especialista, se debe dejar sin efecto la malla curricular actual, se necesita una reingeniería financiera y un monitoreo del proceso de aprendizaje a través de la tecnología.

• POR MARÍA PAZ VAESKEN
• Periodista
• paz.vaesken@gruponacion.com.py

“La generación pasada obtuvo escasas habili­dades para el ámbito laboral y social, pero la nueva gene­ración que está ingresando al colegio hoy en día va a pasar por peores situaciones si no se realiza una verdadera trans­formación educativa. Dos generaciones se perderán por el fracaso del modelo educa­tivo actual”, dijo la doctora en educación y experta en el área pedagógica y tecnologías de la información y comunicación (TICS), Sofía Scheid.

En este sentido, manifestó que el sistema educativo debería brindar a los alumnos habi­lidades que les sirvan para su futuro, sobre todo porque ante el avance de la tecnolo­gía, los trabajos automatiza­dos vendrán a quitar puestos laborales a las personas, situa­ción que ya está ocurriendo. “Actualmente, sobre todo en las escuelas públicas, no se uti­liza las tecnologías de la infor­mación y comunicación como medio pedagógico en las disci­plinas que las requieren”.

La especialista expresó que el trabajo de las personas está en peligro, sobre todo los trabajos repetitivos, especializados y de manejo de datos, porque la computadora puede hacer estos trabajos incluso de una mejor manera y encima se sigue ense­ñando con el mismo modelo educativo desde hace años.

“Hacemos que los alumnos se especialicen, que apren­dan de memoria, que cum­plan un orden y que compi­tan entre ellos, por todo esto los trabajos se van a perder si el ser humano no se rediseña en las escuelas y en las uni­versidades. Sin embargo, si se tiene un cerebro con mayores capacidades y no está automa­tizado, vamos a ser ayudados por las máquinas y no vamos a tener que competir contra ellas. Existe una necesidad imperiosa de la evolución del sistema educativo”, agregó.

En otro momento, manifestó que los jóvenes no tienen un proceso de educación que les permita tener pensamiento crítico, pensamiento compu­tacional, “no tienen la capa­cidad para entender cómo se realiza una aplicación digi­tal. Detrás de las aplicaciones existen sistemas algorítmi­cos que diseñaron personas con una educación que les permitió crear la aplicación; entonces, ¿el sistema para­guayo está educando correc­tamente? La respuesta es no porque el currículum no tiene materias que enseñen lo que los alumnos van a necesitar más adelante.

Expresó que el currículum debe contemplar cruce de datos, pensamiento lateral, creati­vidad, trabajo en equipo, cola­boración y cooperación, ya que las máquinas no poseen eso. “Nosotros somos capaces de manejar emociones y frustra­ciones, lo que también se debe enseñar. Entonces, todos esos elementos deben formar parte del nuevo modelo educativo para ampliar el perfil humano y manejar la tecnología, y que ella no maneje el ser humano”.

Por otro lado, indicó que se necesita un proceso de apren­dizaje que hoy en día está ausente. Además, agregó que el maestro no recibió las habi­lidades para enseñar en estos entornos digitales, entonces se está echando la culpa a los maestros sin sentido alguno porque los docentes no con­templan estas habilidades.

“Se deben hacer un montón de transformaciones en varias aristas que conllevan ubicar a la persona en el centro y de ahí plantear el uso de la tecnología, porque ¿cómo vamos a comu­nicarnos a nivel nacional para que haya participación? A tra­vés de plataformas digitales, en las que todos tengan oportuni­dades de verse reflejados en un proyecto país y en un modelo educativo”, sostuvo.

Agregó que si se quiere una transformación, se debe dejar sin efecto la malla curricular actual y colocar una nueva. En este punto se necesita un currículum corto que brinde habilidades de ciencia, tecno­logía, ingeniería, arte, depor­tes, matemáticas, ya que en ese currículum se engloba una gran cantidad de habilidades emergentes que necesita hoy en día un joven.

“La malla curricular no es el único problema; el problema también es la falta de una reingeniería financiera para la política educacional. Se debe tener dinero para dise­ñar un proyecto de transfor­mación que indique cuánta plata se tiene y cuánto se va a necesitar para establecer los proyectos a lo largo y ancho del país, sobre todo para los alumnos que se encuentran en zonas alejadas”.

Explicó que la transformación se dará si existe un pacto entre las instituciones que poseen recursos financieros para la educación como el MEC, Mitic, SNPP, gobernaciones, municipalidades y Hacienda. El segundo pacto debería ser la elección del modelo edu­cacional a instalar y el tercer pacto una formación docen­te-alumno al mismo tiempo, en la que entraría el rol de la tecno­logía, “porque cómo se va a for­mar a maestros y alumnos en habilidades emergentes si esta se realiza en tiempo separado. Formar a todos los maestros del Paraguay en un modelo peda­gógico como base tomará 20 años; mientras, la generación que está en el aula ya se pierde”.