Miles de usuarios hicieron su denuncia a través de las redes sociales contra la aplicación Uber, pues los precios subieron por las nubes sin previo aviso. Lo peor de todo, y lo más preocupante, es la falta de garantías para el usuario, dado que si bien la multinacional aterrizó en Paraguay no tiene una oficina de atención al cliente, todo se realiza a través de un sistema, de manera virtual.
La marca ingresó al país este año, con mucho éxito, pero las denuncias actuales le está restando seriedad, sin profundizar en el hecho de que carece de personería jurídica, por lo que no emite factura y por lo tanto evade impuestos al fisco.
Desde la plataforma sostienen que aún no tienen vocero oficial y que el alza de sus precios se debe a la alta demanda, sin embargo, los clientes descartan esta hipótesis, poniendo como ejemplo solicitudes del servicio y la presencia de al menos ocho conductores según cada zona.
Otro cuestionamiento es al recargo por la espera de cinco minutos de parte del conductor o por la cancelación después de los tres minutos, cuyos montos llegan a G. 11.000. En estos casos, no se tiene en cuenta que el conductor haya llegado tarde al punto específico por desconocimiento o falla del mapa, que en ciertas ocasiones no está actualizado.
Entre las denuncias figuran el desvío de la ruta marcada o acordada previamente, hecho que incrementa no solo el tiempo sino también el costo del viaje, afortunadamente, esto puede visualizarse la plataforma y el reclamo validado por los agentes de Uber. En caso de que esto se compruebe, se reembolsa al usuario como saldo a favor en el Uber Cash virtual, pero el proceso representa mucho tedio.
“Desde que Uber llegó a Paraguay no aumentaron los precios de referencia. Estos valores aumentan únicamente cuando hay un cambio en relación entre la demanda y la oferta. Este valor dinámico permite que siempre haya un auto disponible a la hora de solicitar un viaje. Y, como en todos los casos, el usuario puede ver el precio de referencia del viaje, con anterioridad a confirmarlo”, dice un comunicado de la multinacional.
ORDENANZA, LETRA MUERTA
En julio de este año, la Junta Municipal de la Municipalidad de Asunción aprobó, por unanimidad, el artículo 6 de la ordenanza 227/19, que regula el rubro y que sostiene que “las tarifas no podrán ser subsidiadas, ni configurarse precios predatorios, conforme a la normativa vigente”. El objetivo es evitar la implementación del sistema dumping, que consiste en el ingreso a un mercado con precios bajos para luego subirlos al ganar el nicho.
En otras palabras, primero venden un servicio a pérdida, por debajo del nivel normal, generando una competencia desleal a fin de adueñarse del mercado, para luego alzar los precios. Según denuncias, Uber utiliza este sistema en los mercados a los que accede, tal como ocurrió en varios países del mundo, donde, a raíz de ello, se registraron problemas legales.