La centenaria casa de estudios, a parte de formar profesionales, también produce nuevos conocimientos e influye en todos los sectores sociales a través de su eje misional: la investigación.
- Por Viviana Orrego
- viviana.orrego@gruponacion.com.py
- Fotos: Fernando Riveros/Archivo
La Universidad Nacional de Asunción (UNA) es la principal consultora científica en Paraguay. Es así que de un total de 1.403 artículos de ciencias publicados de Paraguay entre los años 2013 y 2018 en revistas científicas indexadas en bases de datos como Scopus, SciELO, Medline, REDALyC, Science Citation Index y otros, 1.051 pertenecen a la UNA. Así lo confirmó el doctor Javier Barúa, encargado de la Dirección General de Investigación Científica y Tecnológica de la UNA.
La UNA se destaca en cinco de las 27 áreas que recoge Scopus; medicina, ciencias de la computación, ingeniería, ciencias agrarias, biología y biotecnología. A partir de ello es que la academia es considerada la principal consultora para la sociedad. “La UNA busca influir en todos los sectores sociales a través de sus ejes misionales que son la investigación y la docencia, y estos, a su vez, buscan tener una relación bidireccional con la sociedad”, señala Barúa en conversación con La Nación.
“Scopus es una base de datos mundial donde se visualizan todas las publicaciones científicas de todas las revistas científicas que existen. Según esta base de datos, en los últimos cinco años Paraguay lleva publicados 1.403 artículos de ciencia, de los cuales 1.051 pertenecen a la UNA. Esto a nivel global. Scopus tiene 27 áreas científicas y la UNA tiene al menos un artículo presente en dichas áreas”, afirma el encargado del órgano coordinador general de las acciones de investigación de la UNA.
Cada una de las 14 facultades que componen la UNA cuenta con una dirección o unidad responsable de investigación, atendiendo a que cada casa de estudios trabaja o realiza investigaciones de su interés institucional. En el caso de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM), suele encargarse de estudiar temas como enfermedades o patologías, por citar un ejemplo.
CANTIDAD DE INVESTIGADORES
En todas las facultades, actualmente la UNA cuenta con 1.200 investigadores aproximadamente. Oficialmente, la UNA tiene 60 investigadores de tiempo completo, denominados Docentes Investigadores de Tiempo Completo, los mismos conforman la DITCOM.
Del total de 1.200 investigadores, 341 están incluidos en el sistema nacional de investigación, gestionado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a través del Programa Nacional de Incentivos al Investigador (Pronii), que tiene registrados 800 investigadores a nivel país, entre ellos los de la UNA.
“Hay que entender que no solo los que forman parte del Pronii hacen investigación. Ellos generalmente son investigadores líderes, por tanto, trabajan con otros investigadores de la UNA, muchos de ellos docentes y otros que se dedican totalmente a la investigación en la casa de estudios”, precisó Barúa.
El Pronii tiene cuatro categorías: el nivel candidato, nivel I, II y III, que es el más alto, es un investigador senior con amplia trayectoria. En Paraguay tenemos 13 a 15 investigadores nivel III; los demás son del nivel I y II, que ya son investigadores estables de la UNA.
ÁREAS PREDOMINANTES
La UNA realiza investigaciones principalmente en las áreas de medicina, ciencias de la computación, ingeniería, ciencias agrarias, biología y biotecnología.
No obstante, en las 14 facultades de la UNA se realizan investigaciones en prácticamente todas las áreas que abarca el saber, entre ellas, en ciencias de la educación, lo que es innovación docente, tecnologías de información y comunicación (TIC’s).
“La UNA es históricamente, en sus 130 años de vida en Paraguay, la consultora natural de la sociedad y de los órganos de gobierno. Nosotros, como dirección general de investigación, somos justamente los gestores, los que coordinamos esa inquietud de problemáticas que aparecen”, precisó Barúa.
CEMIT
En el Centro Multidisciplinario de Investigación Tecnológicas (Cemit) se realiza, por ejemplo, el análisis de la calidad de las aguas, entre ellas las del lago Ypacaraí, del área de influencia de la reserva de Itaipú margen derecha, desde Canindeyú hasta la zona sur de Alto Paraná, que es de alta explotación agrícola, por lo que es muy relevante el análisis ambiental en dicha área.
El Cemit también fue responsable del estudio de la mortandad de peces en el río Paraguay ocurrida este año. “Se hicieron investigaciones en la UNA para determinar el origen de ese fenómeno. La universidad está pendiente de las situaciones que se presentan para dar una respuesta lo más rápido posible, en cuanto a aspectos técnicos y científicos, que es lo que a nosotros nos compete”, recalcó.
El centro colaboró junto con la Facultad de Ingeniería de la UNA en el estudio de factibilidad que realizó el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) en la zona del Jardín Botánico, en lo que respecta a los mecanismos de compensación de la línea afectada por las obras del Corredor Vial mediante un sistema ambiental. “La superficie que va a ganar el Botánico es ampliamente superior a la superficie afectada y a la cantidad de árboles que van a ser transferidos y trasplantados allí”, señaló.
INVESTIGACIÓN Y AUTONOMÍA
Barúa explicó que los investigadores u docentes investigadores de la UNA, en el marco de la autonomía universitaria, son libres de llevar adelante sus estudios y análisis que consideren relevantes o pertinentes dentro de la libertad de cátedra y pensamiento; es decir, no son orientados ni direccionados.
“Paraguay tiene una política nacional de investigación, tiene un plan nacional estratégico que establece hacia dónde los recursos deberían ser dirigidos. Pero, dentro de la UNA existe la libertad de investigar los temas que uno considere; no obstante, siempre se priorizan temas de interés nacional y que complementan al desarrollo nacional”, enfatizó.
El Conacyt, a través de su programa Prociencia, es por excelencia el principal financiador de proyectos en la UNA. Este programa destina fondos para el fomento de la investigación científica, el desarrollo de capital humano a través de posgrados o estancias de investigadores paraguayos en el exterior, la incorporación de investigadores paraguayos que trabajan en el exterior y se los busca repatriar.
Prociencia empezó a trabajar en el 2013 y hasta el 2018 lleva invertido aproximadamente US$ 20 millones. “Definitivamente, Prociencia financia la investigación en Paraguay y es el pilar fundamental del crecimiento que hubo en estos últimos años”, rescató Barúa.
INVESTIGACIÓN Y POSGRADO
“Hoy la investigación científica está atada al posgrado, entonces, el fortalecimiento de todo el sistema de investigaciones en Paraguay, naturalmente, lleva un fortalecimiento del sistema de posgrado científico. Prociencia también apoya el posgrado, maestría y doctorado, que viene acompañado de financiación de proyectos de investigación”, sostiene Barúa.
Generalmente, las investigaciones suelen estar asociadas con tesinas de grado, de posgrado o maestría. Estas son publicadas en la página mundial de base de datos científicos, Scopus.
La producción científica en la UNA tuvo un crecimiento sostenido mediante la implementación de Prociencia. Desde su creación, la UNA publicó 82 artículos de ciencia por año, a excepción de los dos últimos años, cuando publicó 271 en el 2017 y 207 en el 2018, respectivamente.
“Ahí se ve claramente el impacto de Prociencia en la producción científica nacional y particularmente de la UNA. Definitivamente, si el Estado no hubiese tomado la decisión de destinar fondos directamente a investigación, a través de Prociencia, el desarrollo de la investigación en Paraguay sería muy difícil”, asegura Barúa.
El especialista sostiene que es fundamental que Prociencia tenga una siguiente etapa y que los fondos sean bien gestionados y que se seleccionen los proyectos de mejor calidad.
POSTULACIÓN Y ADJUDICACIÓN
El Conacyt reconoce a las instituciones como responsables de los proyectos. Dentro de la UNA las 14 facultades, más los institutos de investigaciones como el Instituto de Ciencias de la Salud (ICS), el Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit), la Comisión Nacional de Energía Atómica y los investigadores postulan sus proyectos en Prociencia.
Los mismos son evaluados por pares nacionales e internacionales para luego ser adjudicados. Siempre es institucional la intervención.
En caso de que el proyecto sea adjudicado, se firma un contrato y se realiza el desembolso de los fondos. A partir de allí la investigación se pone en marcha. Desde el 2013, la UNA tuvo 252 proyectos adjudicados.
Cada proyecto tiene un fondo destinado. Hay distintos tipos de categorías de proyectos. Por ejemplo, hay proyectos de iniciación científica para el Conacyt, que establece un monto máximo de G. 80.000.000. Un proyecto de investigación institucional o asociativo establece un monto aproximado de G. 400.000.000. Este es el monto máximo que el investigador puede solicitar por proyecto.
COMPRA DE EQUIPOS
Hay proyectos más grandes, como los destinados a la compra de equipos de alta tecnología para el equipamiento de laboratorios por ejemplo, pudiendo alcanzar G. 900.000 millones.
“Recientemente, en el ICS se instaló un citometro de flujo de última generación, es un equipo único en Paraguay, costó G. 700 millones y fue adquirido con fondos de Prociencia. El Conacyt financia. Para ello, se hizo una licitación pública con las características del equipo y un proveedor del país fue el que proveyó el equipo”, detalló.
El citometro de flujo tiene diversas aplicaciones para observar células y diagnosticar varias enfermedades, permite el análisis de muestras ambientales, además, puede caracterizar distintos tipos de leucemia y células anómalas dentro del torrente sanguíneo. Está dirigido especialmente al área de salud.
PUBLICACIONES Y PATENTES
Todas las facultades e institutos de investigación se dedican a investigar y éstas se cuantifican a través de las publicaciones. “La investigación termina en una publicación científica, un artículo o patente. En Paraguay, con la patente estamos todavía en etapa incipiente, nuestro nivel de registro de patentes es bastante bajo aún. Estamos hablando de dos o cuatro patentes de la UNA y en el sector público de 13 patentes científicas”, reveló.
Barúa agregó que dentro de los planes y políticas nacionales está establecido como objetivo nacional el estimulo de patentar las investigaciones científicas. Es por eso que la UNA, recientemente, creó el Centro de Transferencia de Tecnologías y Resultados de Investigación (Cettri), que es una unidad que gestiona y facilita el camino del investigador para que el resultado de su investigación llegue a ser patentado.
“Esto tiene un valor para el empresario que quiere llevar al mercado ese producto, protegiendo la propiedad intelectual del investigador, la participación y el apoyo que la universidad dio para el desarrollo de ese producto o prototipo que luego, probablemente, alguien del sector privado quiera utilizarlo y lo lleve a una aplicación real en el mercado, eso es algo que nosotros estamos estimulando como universidad nacional”, explicó.
RECTORADO UNA E INVESTIGACIONES
El Rectorado de la UNA asigna anualmente fondos de investigación. Estos oscilan los G. 800 millones y se distribuyen entre todas las facultades para pequeños proyectos de investigación. Cada facultad selecciona los proyectos que desea postular. Se habla de proyectos desde G. 3 a 5 millones o hasta G. 10 millones.
Computación y matemática aplicada
“Hay varias definiciones de ciencias de la computación. Está la computación en su nombre clásico, que son esencialmente todas las formas que se tienen de realizar computación o computar cosas. También están las ciencias computacionales, que comprenden el uso de la computación para las diferentes áreas científicas y tecnológicas”, explicó Christian Schaerer, investigador y coordinador del grupo de computación científica y matemática aplicada, una de las áreas con mayor productividad de ciencia.
“Trabajamos en cómo usar la computación para hacer ciencia, sobre todo ciencias interdisciplinarias. Por ejemplo, tenemos modelos matemáticos para insectos, estamos trabajando con modelos matemáticos computacionales para juntas de saneamiento, para toma de decisiones más precisas y ajustadas a las necesidades requeridas. Tenemos dinámicas de fluidos, simulación del lago Ypacaraí, simulación de agua en la Bahía de Asunción. El grupo tiene participación de colegas nacionales y extranjeros, también hay grupos en expansión”, refirió.
Schaerer agregó que a través de la Facultad Politécnica, Paraguay es miembro del Comité Científico Climat Amsud, una red de investigación-desarrollo en la región en el ámbito de las ciencias y tecnologías de la información y comunicación (STIC, por sus siglas en ingles) y en matemáticas (MATH). Mediante esa red, se promueve y se fortalece la colaboración entre investigadores de la región y Francia. En el marco de esta colaboración, recientemente se desarrolló el Seminario “Matemáticas para la epidemiología y la biología – Análisis, modelos matemáticos y simulaciones para comprender las estructuras, el desarrollo y el comportamiento de los organismos vivos” en el Centro Nacional de Cómputos (CNC) de la UNA.
Biotecnología
“Biotecnología es utilizar la vida a nivel tecnológico, es decir, todo lo que implique utilizar vida para obtener algún producto contempla la biotecnología. En la concepción más moderna se asocia fundamentalmente a lo que tiene que ver con ingeniería genética, que es modificar a nivel genético organismos para obtener productos. En forma más simple, es modificar genéticamente organismos, modificar el genoma de los organismos para obtener productos de todo tipo. Por ejemplo, se puede crear un organismo que fabrique ciertos compuestos químicos, una planta transigencia que sea capaz de resistir a ciertos pesticidas o combatir ciertas plagas”, explica Pablo Sotelo, investigador de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNA, jefe de Biotecnología e investigador categorizado del Pronii.
En el área de Biotecnología, se están produciendo vacunas mediante investigaciones, creando ciertos tipos de virus para generar las vacunas. “En particular, estoy trabajando con virus, soy de esencia virólogo y biotecnólogo. Modificamos genéticamente los virus y les agregamos diferentes proteínas. Ahora estamos tratando de generar una respuesta al virus de la fiebre aftosa, para evitar que pueda infectar a los animales. Para ello, estamos haciendo vacunas y probándolas en ratones, en realidad, la vacuna es un engaño, no le estamos aplicando nada que genere daño, si no que estamos engañando al sistema inmune para que genere una respuesta contra una enfermedad”, explica Sotelo.
Ciencias Agrarias
La Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la UNA, con más de 60 años de vida institucional, destaca en producción científica, sostiene Enrique Benítez León, docente investigador de la casa de estudios. Actualmente, la FCA cuenta con seis carreras de grado y varios programas de postgrado, ejecuta trabajos de investigación y publica constantemente en diferentes medios de difusión científico nacional e internacional.
Entre los temas abordados figuran análisis económico de sistemas productivos en la agricultura; modelos econométricos en la producción agropecuaria; rubros de autoconsumo en el Chaco y otras regiones sensibles del país; desarrollo de paquetes tecnológicos para la agricultura familiar; producción eficiente de plantas en vivero forestal; manejo, conservación y fertilización de suelos; y muchos otros que sirven como insumo para el desarrollo de nuevos trabajos de investigación o su aplicación en la implementación de planes, programas o proyectos en diferentes niveles socio-políticos.
Medicina
El 15 de noviembre del 2017, mediante la Resolución Nº 1.950/17, se aprobó la primera tanda de líneas de investigación e investigadores responsables de Medicina UNA, asignando a la profesora doctora Angélica Samudio como directora de investigaciones de la casa de estudios.
Existen, en total, 87 líneas de investigación para las 21 cátedras que componen la carrera de medicina. Las mismas trabajan en temas como alergia a drogas; hiperglicemia y diabetes;cáncer digestivo, de mama y pulmón; enfermedades pulmonares; patologías oncológicas de cabeza y cuello. Igualmente, hay líneas de investigación sobre patologías de la mano, tumores, cirugía plástica ocular y órbita, epidemiología de enfermedades infecciosas y muchas otras.
Estas líneas de investigación son lideradas por más de 100 docentes investigadores, algunos de ellos responsables de cátedras, entre ellos el doctor Gustavo Machaín, vicedecano de Medicina UNA. Machaín se destaca por sus publicaciones en revistas científica indexadas y en bases de datos como Scopus, en áreas que tienen que ver con cáncer digestivo, hemorragia digestiva, cirugía biliar e infecciones en cirugía.