“Esto da un avance absolutamente importante que nos equipara a nivel internacional”, expuso Stella Maris Cacace, comisionada del Mecanismo de Prevención de la Tortura (MNP) al describir el flamante Sistema de Información Penitenciaria del Paraguay (SIPPY).
El sistema incorporado por el Ministerio de Justicia es un avance importante para la protección de los Derechos Humanos en el ámbito penitenciario y la elaboración de nuevas políticas públicas; expuso elogiando el sistema de información digital informatizado, que además de incluir los datos procesales y penitenciarios, permitirá contener una base de datos de los internos con informaciones actualizadas en tiempo real, algo que no era posible con el anterior procedimiento en papel.
“Con este registro exhaustivo de la población penitenciaria se estaría alivianando una de las acciones que viene desarrollando el MNP, cual es el trabajo de monitoreo para elaborar las respectivas recomendaciones”, señaló.
La celeridad de los procesos es uno de los puntos recalcables, remarcó Cacace, ejemplificando que “a partir de ahora será posible visibilizar la cantidad arrojada de suspensiones de audiencia que hacen que las personas prevenidas tarden más de dos años en llegar a juicio o en ser sobreseídos”.
El SIPPy otorga un rostro humano al sistema penitenciario en las 18 penitenciarías con la informatización, porque contribuirá también a identificar problemas centrales como el abuso de la prisión preventiva y la morosidad judicial. Así lo entiende la comisionada al mencionar que por la obsolescencia del sistema anterior, cientos de internos no obtuvieron cambios en sus causas.
“Entonces sobreviene una carga de trabajo por parte de las personas privadas de libertad hacia la oficina de DDHH del Ministerio de Justicia y la del MNP, pidiendo desesperadamente que les informen sobre sus procesos, y esto va a ir subsanándose merced al SIPPy”, indicó.
Con capacidad para 9 mil reclusos el sistema carcelario está a punto de colapsar, ya que en este momento está albergando a 15.400 personas. También es dura la situación presupuestaria, otro de los grandes déficits del sistema, porque, por ejemplo, de 974 guardiacárceles, 300 son contratados.