Tras conocerse el modus operandi de una banda criminal que operaba dentro y fuera de cárceles coaccionando a ciertas personas a través del llamado sexting y amenazando con publicar imágenes íntimas de sus víctimas, Valeria Fernández, psicóloga clínica, habló sobre el mal hábito del envío de mensajes eróticos o pornográficos. La profesional asegura que esta conducta está basada en la búsqueda del placer de la persona que tiene este hábito. En los últimos tiempos, se ha vuelto una tendencia enviar o recibir mensajes eróticos, incluso existen grupos de WhatsApp y comunidades en Facebook creados sólo para este propósito. Al respecto, Fernández asegura que se trata de una acción que empieza por diversión, posteriormente se vuelve una costumbre u hábito que puede llegar a convertirse incluso en una adicción.

“El sexting puede comenzar como un hábito de enviar imágenes o videos de contenido sexual, sean propios o bajados de internet y el hábito puede convertirse en una adicción. Lo importante es diferenciar cuando se convierte en adicción”, explica la profesional, en estudios del Canal GEN.

Un hábito es una conducta que se hace de manera controlada. Es decir, que la persona puede decidir cuándo realizarla y cuándo dejar de hacer, en qué momentos hacerlo y que puede ponerse sus propios límites. Sin embargo, se habla ya de un abuso cuando la persona ya va perdiendo el control de cuánto tiempo dedicó enviando imágenes por medio de la computadora o el celular, por mail o cualquier plataforma. Cuando ya no tiene la potestad de controlarse, pasa a un tercer nivel que es cuando la persona tiene un uso excesivo, es decir, que esa conducta se vuelve compulsiva. “Qué significa eso, que la persona ya no puede parar con esto, cuando se da cuenta que ya no puede frenarse o ponerse límites. Eso tiene sus consecuencias, incluso días pasados vimos a personas que fueron objeto de chantajes a causa de este hábito”, señaló.

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