¿Qué fue la colo­nización y mestizaje en la conformación de la nación paraguaya?

–El mestizaje fue fundamen­tal para el desarrollo del para­guayo. Pero ese mestizaje desde el punto de vista idea­lizado, una cuestión volun­taria, no fue más que una parte inicial porque lógica­mente después fue el resul­tado de abusos y violaciones, de los españoles respecto a los indígenas.

–¿Qué fueron las Revo­luciones Comuneras y qué relación tienen con la independencia de la corona española?

–En la historiografía clásica paraguaya se considera a las Revoluciones Comuneras como un antecedente de la independencia, en los estu­dios actuales obviamente no hay ningún vínculo porque las Revoluciones Comuneras lo que hicieron fue hacer una reivindicación de los derechos de los vecinos de la provincia civil del Paraguay frente a lo que consideraban un abuso del mal gobierno, que en este caso estaba siendo ejercido por el gobernador Reyes de Balmaceda, pero en ningún momento ellos plantearon una cuestión de independen­cia ni de rebelarse contra el rey, sino al contrario lo hacían en el nombre del rey.

De hecho, consideraban: “Viva el Rey, abajo el mal gobierno”, era el lema de los comuneros.

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–¿Qué papel jugó la inva­sión inglesa a Buenos Aires y Montevideo y la defensa paraguaya?

–Las invasiones inglesas sí tienen un antecedente más inmediato a lo que hace al proceso independentista. Esa invasión, liderada por el Gral. inglés Beresford, pri­mero Buenos Aires y luego Montevideo entre 1806 y 1807, tiene obviamente un fuerte impacto porque los dos con­tingentes de provincianos paraguayos que fueron y par­ticiparon de dichos eventos vieron al igual que los demás criollos de la zona del Río de la Plata que el gobierno espa­ñol, representado en este caso por el virrey, no había hecho lo suficiente por defenderles en este caso de un enemigo. Por lo tanto, para ellos fue funda­mental pensar que podían y que tenían que tener, ante las invasiones inglesas, la capa­cidad para poder defenderse frente a un agresor, en este caso bastante poderoso.

–La revolución del 25 de mayo de 1810 en Argentina y los congresos de Paraguay ¿qué posibilitaron?

–Lo que acontece en el Cabildo Abierto de la ciu­dad de Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810, es fundamental, porque se produce la caída del último virrey español de esa ciudad. El Cabildo conforma una Junta de Gobierno, que es un hecho revolucionario, pero ya estaba ocurriendo también en España, desde que el rey Fernando VII estaba preso en Bayona. Ese movimiento era el de la retroversión de la soberanía, ¿en qué sentido? La teoría política clásica hablaba de que el poder se origina en Dios, Dios le da al rey y el rey mandaba al pueblo. Cuando el rey, en este caso Fernando VII, estaba preso y el nuevo rey José II Bonaparte, impuesto por Napoleón, no fue recono­cido, entonces la soberanía volvía al pueblo.

Cuando llega la noticia al Paraguay de que efectiva­mente el virrey estaba preso y había perdido el poder, es que entonces aquí el gobernador Bernardo de Velazco, que aún controlaba la situación, junto con el fray García Panés, deci­den entonces convocar tam­bién a un Cabildo Abierto. Es llamado en la historiografía clásica paraguaya como el Congreso del 24 de julio de 1810. En ese Cabildo Abierto se decide, entre otras cosas, mantener relaciones cordia­les con Buenos Aires; confor­mar una Junta de Guerra que el pretexto era teóricamente para defenderse de Portu­gal, pero en realidad era para defenderse de Buenos Aires y seguir reconociendo como autoridad legítima al Consejo de Regencia. Por lo tanto, tenía validez el hecho de que Ber­nardo de Velazco siga siendo gobernador de Paraguay.

–La idea de la Confedera­ción propuesta por para­guayos ¿en qué consistió?

–En cuanto al proceso de Confederación, el Paraguay, luego de la deposición del gobernador Velazco, y des­pués del Congreso del 17 al 21 de julio de 1811, que proclama a la Junta Superior Guberna­tiva, que gobierna, al menos formalmente, en nombre de Fernando VII, le envía un memorial a la Junta de Bue­nos Aires explicando cómo fue el proceso de la independencia del Paraguay, cuál fue el pro­ceso revolucionario y también le hace una serie de plantea­mientos. Uno de los plantea­mientos más interesantes que le hace la Junta Superior Gubernativa del Paraguay a la Junta de Gobierno de Bue­nos Aires es el hecho de plan­tear la conformación de una Confederación. Donde en una república entre iguales, con los mismos derechos y condicio­nes, puedan ellos formar un gobierno único. Esa idea fue sumamente interesante. La Provincia del Paraguay le deja en claro que no hizo el sacrifi­cio para mudar unas cadenas por otras o para mudar de amo. Esa frase sintetiza el tema, es decir, hicimos la independen­cia, queremos unirnos con ustedes, pero en condiciones de igualdad, no de sumisión, que era lo que más o menos ofrecía Buenos Aires, tanto a través de la misión de Espínola y Peña en 1810, y la expedición armada que fue encabezada por el Gral. Manuel Belgrano.

–¿Qué fue la Proclamación de la República en 1813 y el porqué de la política regio­nal de no reconocimiento de nuestra independencia?

–Durante 2 años el Para­guay estuvo expectante de las propuestas y de las alian­zas, incluso se suscribe el 1er. Tratado del 12 de octubre de 1811 entre la Provincia de Bue­nos Aires y la Provincia del Paraguay, representadas por la Junta Gubernativa, en este caso por Rodríguez de Fran­cia, y el Gral. Manuel Belgrano en representación de Atana­sio de Echevarría. En ese tra­tado se firmó una especie de alianza militar, un reconoci­miento tácito de los límites entre ambas jurisdicciones y una voluntad de ir formando esa Confederación de alguna forma. Lo que va a ocurrir es que Buenos Aires no irá cum­pliendo. Se impuso un cam­bio en su gobierno, la Junta de Gobierno es sustituida por otra institución de gobierno en Buenos Aires.

Y la situación se va volviendo cada vez más tensa. En febrero de 1813, los porteños deciden enviar una misión para lograr que el Paraguay participe del Congreso General y aceptar más o menos formar parte de esas Provincias Unidas de que se hablaba. Pero esa misión a Paraguay encabezada por Nicolás de Herrera no logró su objetivo.

PERFIL

ANÍBAL HERIB CABALLERO CAMPOS

Profesión: Historiador – Docente.

Estudios: Doctorado en His­toria - Maestría en Historia del Mundo Hispánico

Área de actuación: Histo­ria del siglo XVIII e Historia Política siglo XIX

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