J. C. es un niño de 11 años que lleva en su rostro y brazo las secuelas de la quemadura que sufrió cuando apenas tenía 4 años. En la ino­cencia de su niñez, lanzó tíner al fuego y se quemó no solo el rostro, sino además parte de uno de sus brazos.

Él es uno de los 104 pacientes alistados para la maratón de cirugías reconstructivas del Programa Ñamyatyrõ, en el Hospital Indígena Escuela Tesairã Rekávo, ubicado en Kambay, departamento de Caaguazú.

Un equipo de 40 profe­sionales, entre médicos, anestesistas, enfermeros y otros del Centro Nacional del Quemado, del Hospital Nacional, bajo la dirección del doctor Bruno Balme­lli, son los encargados de llevar adelante el marató­nico trabajo que arrancó el miércoles y se extiende hasta hoy.

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Unos 104 pacientes se alistaron para la maratón de operaciones reconstructivas del Programa Ñamyatyrõ.FOTO:PÁNFILO LEGUIZAMÓN

Las cirugías más comunes son las de labio leporino, paladar hendido, cicatri­ces, lunares y hasta peque­ños quistes. También se presentaron muchos casos de personas con secuelas de quemaduras, entre los que destaca el caso de Delia Barreto, una mujer de 32 años, enferma de epilepsia, que cayó al fuego en julio del 2017 y casi perdió la pierna derecha a causa de la grave quemadura de 3er grado que sufrió y que casi llegó a sus huesos.

Las cirugías no tienen costo para los seleccionados, gra­cias al trabajo coordinado de las instituciones menciona­das y las autoridades locales y regionales, como la Gober­nación de Caaguazú y la 5ta. Región Sanitaria.

El doctor Wilson Insfrán, quien forma parte del equipo de profesionales, recordó que el programa recorre el país realizando este tipo de cirugías desde hace 6 años, acercando a las personas de escasos recursos la posibili­dad de acceder a las cirugías estéticas, que son de muy alto costo.

“La cirugía plástica es una cirugía costosa, que nor­malmente no es accesible para la mayoría de la pobla­ción, y sobre todo para los más carenciados. Fue así que surgió el programa, para dar la posibilidad de una rein­serción, con la corrección de los defectos, muchos de ellos congénitos”, manifestó el profesional.

Explicó que una cirugía de labio leporino y pala­dar hendido puede costar G. 30.000.000, pero en este caso no tiene ningún costo para los pacientes. Se estima que el 30% de las cirugías que realizan dentro del pro­grama corresponde a este tipo de procedimientos. “Es muy frecuente esta patolo­gía”, concluyó.

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